EL DUELO, CAMINANDO POR EL BOSQUE TENEBROSO.

Un duelo es como un sueño del que te quieres despertar y no puedes, crees que no puede ser real, es como caminar por una senda tortuosa, llena de ojos que te miran acechando en la oscuridad y que te dan pánico, de piedras que dañan tus pies a cada paso, de ramas que arañan tus prendas a medida que avanzas…. Y finalmente, cuando creías que no acabaría nunca un día ves una luz al final de ese camino, has superado el tortuoso sendero a pesar de los arañazos, las heridas en los pies y las criaturas que tanto miedo te daban…”

Este texto podría resumir bastante bien la visión que tengo a cerca del proceso de duelo ante la pérdida de un ser querido ya que a lo largo de este proceso atravesamos por diferentes etapas y emociones, hay momentos de rabia, de tristeza, de incertidumbre, de miedo y hasta de sorpresa.

Hay un modelo psicológico que es enormemente conocido y es el que siempre se ha utilizado para dar explicación teórica al proceso del duelo, este es el modelo de “Kübler- Ross” y sus cinco etapas del duelo.

 

  1. En este modelo se describe el duelo como un proceso por el cual las personas afrontan una tragedia ya sea una enfermedad mortal propia o una muerte cercana y según nos dice aparecen cinco fases por las cuales la persona va avanzando, estas fases son:

    1. Negación

  2. Ira
  3. Negociación
  4. Depresión
    5. Aceptación

Según esta teoría en el momento de la muerte del ser querido la persona empieza a atravesar estas fases, no sabemos si de forma estable o de forma salteada pasando hacía adelante y luego volviendo atrás o una vez se abandona una fase ya no se vuelve a ella (en mi experiencia personal se va saltando de una fase a otra repitiendo varias veces en cada una )

Se establecen tiempos para los diferentes tipos de duelos (normal, patológico…) y las cifras se suelen situar entre los 6 meses y los 2 años teniendo como factor importante el tipo de relación con el ser querido, aunque en mi opinión personal esto dependerá enormemente de la persona en cuestión y no por ello indicará que se trate de un duelo patológico, una persona puede estar perfectamente en duelo durante 4 o 5 años y ser capaz de reestructurar su vida tras este proceso y poder establecer una nueva relación simbólica con el ser fallecido.

 

 

Este último párrafo hace referencia a lo que supone para mí la fase de aceptación, ya que, yo no creo que nunca se “Acepte” como algo normal la pérdida de alguien que era realmente importante en nuestra vida, en mi opinión lo que la persona consigue es darle a ese ser querido un nuevo espacio dentro de su vida, digamos que la persona lo que hace en un duelo es reestructurar su vida y su afecto hacía la persona que ha perdido para situarla en un nuevo espacio en el que antes de morir no estaba, en mi opinión el duelo tiene parte de re-estructuración vital, al igual que cuando una persona se muda de vivienda y empieza un nuevo trabajo, sólo que estos no tienen por qué afectar a unos niveles tan profundos de la persona lógicamente.

 

El tema del duelo y la muerte cada día se está normalizando más y trabajando más en consulta, las personas quieren entender qué es lo que están pasando y trabajar de forma activa sobre ello, es algo muy positivo.

 

Me despido hasta mi siguiente artículo, un abrazo.

 

 

 

 

 

 

Gema Crespo

Psicóloga.

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