Técnicas de educación para tus hijos

Antes de comenzar debemos tener en cuenta que las técnicas educativas dependen de cada etapa evolutiva en la que se encuentre el niño. Ya que no se educa de la misma manera a un niño de 3 años que a uno de 6. No obstante, vamos a permitirnos generalizar y hablar de ello de una forma globalizada.

Educa a los niños y no será necesario castigar a los hombres. Pitágoras.

¿Qué tenemos que evitar a la hora de educar a un niño?

A la hora de educar a un niño debemos evitar amenazarle, chantajearle y ponerle adjetivos descalificativos como “eres tonto”. Tampoco debemos sacar los trapos sucios y echárselos en cara, como tampoco podemos referirnos a ellos con expresiones como “nunca” y “siempre (“siempre te portas mal”, “nunca haces bien las cosas”, ¿es realmente así?). Otro de los puntos importantes es que los padres estén de acuerdo y no se contradigan delante del niño. Hacerlo haría que uno de ellos perdiera credibilidad ante el niño, perdiéndole así el respeto y obviando sus normas.

A un niño se le debe escuchar y, cumplir las promesas y castigos que se le han prometido, además de no ceder cuando se le ha negado algo. El tutor o progenitor podría perder toda su autoridad si no es tajante en esto. Por último, no le exijas éxitos inmediatos y perfección en sus tareas sin haberle enseñado primero y haberle dado un tiempo de aprendizaje. No es necesario humillarle, gritarle, pegarle o incluso compararle con algún hermano u otro niño.

¿Qué técnicas podemos utilizar cuando desobedece?

Para enseñarle respeto:

  • Cuando pega y/o insulta:
    • Mostrar enfado y guardar distancias. “No me apetece jugar contigo”.
    • “No queremos que cenes con nosotros”.
    • Decepción/No tolerancia. “Estoy decepcionado, no voy a tolerarlo.”
  • Romper cosas:
    • Tarea reparadora. “Lo arreglo”.
    • Trabajos a la comunidad. “Harás tu cama, la de tu hermano y la mía”.
    • Pagar con su dinero lo que ha roto. “Te quedas sin paga”.
  • Hablar con desprecio:
    • Explicarle como tiene que hablar y no hacer caso o no responderle cuando hable de forma despectiva, gritando o con exigencias. No tomárselo a risa.

Para la escuela:

  • Tareas escolares: Si no hace los deberes no hará la tarea placentera que va a continuación. “Cuando termines puedes jugar”. Y si nos ha engañado y no lo ha hecho los hará el fin de semana.
  • Estudiar para exámenes: Hay que determinar cuándo ha de estudiar (todos los días, 3 veces a la semana, etc.). Una vez determinado esto, las consecuencias si no lo cumple es no hacer la actividad agradable que va a continuación, como jugar.
  • Agenda escolar: Si no la lleva al día, llamar a un compañero para saber que deberes tiene que hacer o hablar con el profesor/a para que haga los deberes no hechos el fin de semana.
  • Orden y limpieza: Si no es limpio y ordenado con los deberes arrancar la hoja y repetir el ejercicio otra vez. También puede borrar y repetir el ejercicio. Antes de esto siempre es importante decirle como tiene que hacerlo o darle alguna estrategia: “Javi es un niño impulsivo, desordenado. Hacemos líneas en la hoja, dividiéndola en 6 partes y en cada una va un ejercicio”. No podemos pretender que el niño sepa ser ordenado y limpio si no se lo enseñamos primero.
  • Preparar la mochila: Si no lleva lo necesario para el día dejar que la profesora le riña, y no dejar que haga la actividad agradable o placentera que iba a continuación. Por ejemplo: bajar al parque o jugar. Tenemos que enseñarles a que se preparen la mochila solos, si no lo hacen hay consecuencias.

Habitación:

  • Hacer la cama: Si no la hace no hará la actividad agradable que va a continuación. Si la hace la madre o el padre les tendrá que pagar un precio simbólico por el trabajo. Por ejemplo: No le compraran los cromos.
  • Recoger la ropa y/o ordenar el armario: Si no lo hace se quedará sin la actividad agradable. Se le puede dejar la ropa encima de la cama para cuando vaya a dormir la tenga que ordenar o también podemos dejar que decida si ir arrugado o arreglado.
  • Limpiar: Si no lo hace no hará la actividad agradable que va a continuación.

Hábitos de higiene y salud:

  • Lavarse las manos y/o los dientes: No hacer la actividad agradable que va a continuación.
  • Comer de todo: No dejar que se levante hasta que no haya terminado. Se puede guardar también para la próxima comida o pagar un precio (su paga) por la comida que hay que tirar y el trabajo que ha costado hacerla. Otra opción es dejarlo sin postre.
  • Ducha o baño: No hacer la actividad agradable que va a continuación. “Si no te bañas no iras a jugar”. También se puede manifestar rechazo o distanciamiento. “No quiero jugar contigo porque haces mal olor”, o, “No te puedes poner la ropa nueva porque vas sucio”.
  • Hora de irse a dormir: No hacer la actividad agradable que va después, como no contarle el cuento. Al día siguiente se tendrá que ir antes a su cuarto, en función del tiempo que haya estado esta noche sin irse a su cuarto.

Responsabilidad personal:

  • Libros, juguetes, gafas, ropa, animales…
    • Dejar que sienta la pérdida si es algo que apreciaba. “Lo has perdido, pues te quedas sin él. No voy a comprar otro”.
    • Que lo tenga que reparar o pagar.
    • Dejarlo en el sitio donde esté. “Has querido llevarte la bici, ahora no te voy a recoger”.
    • Si es un animal, pierde la patria potestad. Pasa a ser de los padres o de algún primo.
  • Recoger sus juguetes: No hacer la actividad agradable que va a continuación. También podemos tirar o regalar los juguetes que no recoge. “Como no los cuidas veo que no son importantes para ti”. Se pueden confiscar.
  • Paga: Si se lo gasta todo el primer día no tendrá más el resto de la semana.
  • Recoger su ropa sucia: No tendrá la actividad agradable, y no se lavará su ropa. Si la quiere usar la tendrá sucia por no haberla recogido y llevado a lavar.

Responsabilidad compartida: 

  • Poner o quitar la mesa: No sacarle o retirarle el plato si no lo hace él. Y si no lo hace no hacer la actividad agradable que va a continuación.
  • Dejar las cosas en el sitio cuando las ha utilizado: Tener que dejar de hacer lo que está haciendo en ese momento para traer, reponer, buscar… lo que debería estar en su sitio y no está.
  • Recoger el cuarto de baño / Tirar la basura: Si no lo hace, no hacer la actividad agradable que va a continuación. Si lo hace otra persona pagará un precio simbólico económico.
  • Reponer las cosas que se terminan: Dejar de hacer lo que está haciendo en ese momento para reponerlo. O, cuando vuelva a necesitarlo que experimente que no queda. “Lo que se termina hay que apuntarlo en la libreta de la cocina”.

 

Siempre hay que tener claro que:

Al educar el cerebro de nuestros hijos no hay que olvidar educar su corazón. Dalai Lama.

 

Noelia Rodríguez. Psicóloga. Perito psicológico jurídico y forense.

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