Introducción al Mindfulness

 

En la actual sociedad hay una tendencia para alcanzar el bienestar máximo psicológico, que se ve reflejada en la definición de la OMS: «la salud es el estado de completo bienestar físico, psíquico y social de un individuo y no sólo la ausencia de enfermedad«. Cierto es, que esta definición da un giro renovador a lo que consideramos como saludable, qué es algo más que simplemente el padecimiento.

Pero, ¿cómo alcanzamos ese estado “completo” de bienestar? Buscamos ese bienestar en los placeres del consumismo, evitamos enfrentarnos al malestar, y evitamos las emociones negativas. Sin embargo, ese bienestar no se alcanza, porque la felicidad no es una sucesión de placeres, sino que es un estilo de vida, una forma de ser.

Para permitir aflorar una actitud comprensiva, sin resistirnos a las emociones negativas, la ciencia está descubriendo los beneficios de la meditación. Un gran número de investigaciones demuestran que la práctica de mindfulness, puede llevar a una mejora de la salud física, mental, y emocional. Estudios recientes han mostrado que tiene efectos benéficos en la depresión (Paul, Stanton et. al., 2013), ansiedad (Hofmann, Sawyer et. al., 2010), así como en la calidad de vida (Grossman et. al., 2010, Keng, Smoski, 2011).

El mindfulness es una forma de meditación, un método para trabajar con los pensamientos, emociones y sensaciones que se presentan en la mente, manteniendo viva la conciencia focalizada en la realidad presente.

Es un proceso mental que reduce nuestra tendencia a hacernos la vida más difícil luchando contra la incomodidad que encontramos en ella. En lugar de resistirnos o evitar el sufrimiento, nos orientamos hacia él con una conciencia amable y espaciosa.

¿Cómo podemos practicar el Mindfulness? El método de meditación, utilizando la respiración como foco de atención, es fácil de aprender y puede realizarse en cualquier momento del día. Con la práctica habitual, se convierte en un estilo de vida, una herramienta imprescindible en la sociedad actual.

Se trata de estar presente y experimentar las sensaciones del momento, enfocando la atención hacia la respiración, u otra parte del cuerpo neutral. Esto nos aleja de las preocupaciones y capta la atención. A continuación, se afronta lo que aparece en la mente, sin tratar de excluirlo ni de aferrarse a ello. Un buen truco es imaginar estos pensamientos en una nube, y no luchar contra ellos, simplemente dejarlos “volar”, y volver a centrar la atención en la sensación del aire que fluye con la respiración. Mantener este estado se alcanza con la práctica, y así, se toma conciencia de campo abierto, y conseguimos una atención plena. En esta actitud de tranquilidad, calma y aceptación, se puede conectar con el interior, y observar las emociones y sentimientos que se presentan.

Mediante la meditación desarrollamos un estado que nos permite una mejora en la gestión de las emociones, un mayor estado de calma y estabilidad, reducir las reacciones del estrés y tomar buenas decisiones. No evitamos el malestar, ni las emociones negativas, sino que las aceptamos. Aceptamos el sufrimiento, y al encontrar el equilibro y la paz interior, generamos compasión hacia nosotros mismos y hacia los demás.

Es posible dejar por un momento las prisas, y disfrutar de las sensaciones que se experimentan en el presente para “Vivir aquí y ahora”

 

Bibliografía:

Grossman, P., Kappos, L., Gensicke, H., D’souza, M., Mohr, D. C., Penner, I. K., & Steiner, C. (2010). MS quality of life, depression, and fatigue improve after mindfulness training A randomized trial. Neurology75(13), 1141-1149.

 

Hofmann, S. G., Sawyer, A. T., Witt, A. A., & Oh, D. (2010). The effect of mindfulness-based therapy on anxiety and depression: A meta-analytic review.Journal of consulting and clinical psychology78(2), 169.

Paul, N. A., Stanton, S. J., Greeson, J. M., Smoski, M. J., & Wang, L. (2013). Psychological and neural mechanisms of trait mindfulness in reducing depression vulnerability. Social cognitive and affective neuroscience8(1), 56-64.

Keng, S. L., Smoski, M. J., & Robins, C. J. (2011). Effects of mindfulness on psychological health: A review of empirical studies. Clinical psychology review,31(6), 1041-1056.

 

 

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