Tratamiento de la Eyaculación Precoz en Valencia

Lo primero que tienes que saber si padeces de eyaculación precoz es que no estás solo. Algunos estudios estiman que 2 de cada 5 hombres sufren este problema. La mayor parte de los hombres lo llevan en secreto y tan solo ellos y sus parejas sexuales se dan cuenta de ello. Sin embargo, quien padece un problema de eyaculación precoz suele tener relaciones sexuales muy frustrantes para las dos personas, tienden con el tiempo a tener bajo apetito sexual y a evitar los contactos sexuales por adelantar situaciones que generan malestar.

Lo segundo que tienes que saber si padeces eyaculación precoz, es que tu problema tiene tratamiento. La eyaculación precoz, cuando tiene un origen psicológico, es de los problemas con mejor pronóstico y mejores expectativas de éxito que tratamos los psicólogos en una consulta de psicología. Teniendo esto en cuenta, un hombre con eyaculación precoz, que le da importancia a su sexualidad, no debería dejar que pasen los años sin recibir tratamiento para superar totalmente su eyaculación precoz.

 

¿Cuándo una persona tiene eyaculación precoz?

Hace unas décadas se entendía que una persona tenía eyaculación precoz en función del tiempo que duraban sus coitos. Desde esta perspectiva, eyacular antes de iniciar la penetración, o bien durante el primer minuto o los primeros minutos, era un signo de eyaculación precoz.

Más tarde, se estableció que el tiempo de los coitos no era un buen medidor porque había muchas parejas en las que, a pesar de que los coitos duraban muy pocos minutos, ambas personas describían sus coitos como completamente satisfactorios. De ahí se pasó a establecer que un hombre tiene eyaculación precoz cuando alcanza su orgasmo mucho antes que su pareja. Desde esta definición, si en las relaciones sexuales el hombre alcanza su orgasmo muy pronto (y su pareja no lo ha alcanzado)  era susceptible de padecer eyaculación precoz.

Esta definición tampoco se mantuvo en el tiempo porque se vio que había muchas parejas en las que la otra persona nunca o casi nunca alcanzaba el orgasmo y sin embargo describían sus relaciones sexuales como completamente satisfactorios.

Hoy en día la eyaculación precoz se define bajo un criterio de control. Es, por lo tanto, en el hecho de controlar o no controlar voluntariamente, donde se pone el foco de atención. La eyaculación es un reflejo que ha de poder controlarse voluntariamente. Igual que sucede con otros reflejos como la micción. Los hombres deben poder demorar voluntariamente el momento de eyacular.

Según esto, la eyaculación precoz consiste en llegar al orgasmo sin un control consciente y voluntario del momento del mismo, y de forma prematura, ante una estimulación sexual  y que no satisface a sí mismo ni a su pareja.

 

¿Cuántos tipos de eyaculación precoz hay?

En la consulta de psicología nos encontramos con dos tipos de eyaculación precoz:

  • Eyaculación precoz primaria: Cuando esta situación ha estado presente a lo largo de la vida sexual del hombre desde el principio. Se da en las personas en las que ya cuando perdieron la virginidad, y durante una buena parte de sus relaciones sexuales, no han tenido control alguno del momento de la eyaculación.
  • Eyaculación precoz secundaria: Cuando esta situación se comienza a dar con la edad, y relacionada con la disfunción eréctil, pues no se daba esta situación en la vida sexual anterior del hombre. O bien, cuando la eyaculación precoz aparece tras un evento en concreto que pudiese ser impactante o traumático.

La eyaculación precoz, tanto la primaria como la secundaria, tienen tasas muy altas de recuperación y tratamiento, al igual que otras disfunciones sexuales, como el vaginismo , si son tratados por profesionales expertos.

 

 

Tratamiento psicológico de la eyaculación precoz

El tratamiento psicológico que tiene más garantías de éxito para la eyaculación precoz es la terapia cognitivo-conductual. Este tipo de terapia parte de trabajar con lo que la persona piensa y con lo que la persona hace.

  • En primer lugar, tenemos los pensamientos. Los pensamientos de las personas con eyaculación precoz suelen predecir fracasos futuros y generan ansiedad. Algunos pensamientos típicos de una persona con eyaculación precoz son: «voy a eyacular demasiado rápido», «va a quedarse insatisfecha», «me va a dejar», «se va a reír de mí», «va a ser un momento muy incómodo», «no va a disfrutar», «no soy buen amante», «es horrible», «no vamos a poder disfrutar», …
  • En segundo lugar, tenemos la parte conductual de la terapia. En esta parte le enseñamos al paciente una serie de ejercicios concretos que le muestran cómo reconocer su nivel de excitación y poder modularlo para que no suba más rápido de lo que desee. Estos ejercicios, que practicará en casa, hacen que la mente reconozca y varíe voluntariamente el nivel de excitación.

Este enfoque cognitivo-conductual trabaja con los pilares que mantienen en el tiempo la eyaculación precoz para acabar definitivamente con este problema y lograr un total control voluntario del momento de la eyaculación.

 

¿Qué hacer antes de iniciar un tratamiento para superar la eyaculación precoz?

Antes de iniciar un tratamiento para la eyaculación precoz, un hombre (o un hombre con su pareja) deben de saber dos cosas:

La terapia requiere de la realización de una serie de ejercicios en casa. En algunas ocasiones, estos ejercicios necesitan de una dedicación de una hora a la semana, de 3 a 5 días a la semana. No dedicar tiempo a estos ejercicios da como resultado que no se avanza en la terapia. Por lo tanto, antes de iniciar un tratamiento para superar la eyaculación precoz, asegúrate de que vas a tener tiempo suficiente para la realización de estos ejercicios.

La terapia requiere una continuidad en las sesiones. Normalmente las sesiones son semanales, al principio, y luego se van distanciando a sesiones quincenales a medida que el paciente (o la pareja) van alcanzando los objetivos que se planteaban en la consulta. Al cabo de unas 8 sesiones los pacientes son conscientes ya de ciertas mejorías y desde las 12 hasta las 16 sesiones suelen ver un claro avance, siempre y cuando hayan cumplido con la frecuencia requerida de los ejercicios. A partir de ahí, según van practicando más los ejercicios y siguiente las pautas de su terapeuta, la recuperación avanza hasta alcanzar un control total del momento de la eyaculación.

No es imprescindible tener pareja estable para iniciar el tratamiento de la eyaculación precoz.

Si tienes pareja estable, acudir a la terapia con tu pareja y que tu pareja se involucre en la terapia, puede ser beneficioso para el avance. Habla con tu pareja indicándole que para ti este tema es importante.

 

Testimonio de un caso de eyaculación precoz

Hola, soy un hombre que ha sufrido de eyaculación precoz durante mucho tiempo, y ha sido una gran fuente de frustración e insatisfacción en mis encuentros sexuales. No importa lo que intentara, parecía que no podía durar lo suficiente para satisfacer a mi pareja o a mí mismo.

Pero todo eso cambió después de buscar ayuda profesional en una consulta de psicología de Calma Al Mar. A través de la terapia, aprendí técnicas para controlar mi excitación y retrasar mi eyaculación. También trabajé en mi confianza y en mi capacidad para comunicarme con mi pareja acerca de mis necesidades y deseos sexuales.

Estoy feliz de decir que ahora puedo disfrutar plenamente de mis encuentros sexuales, sin preocuparme por mi eyaculación. Me siento más seguro y en control, y esto ha llevado a una mayor satisfacción y conexión con mi pareja. Ha mejorado mucho mi autoestima y la seguridad en mí mismo.

Si tú también sufres de eyaculación precoz, te recomiendo buscar ayuda profesional. La terapia psicológica puede ser muy efectiva en el tratamiento de esta condición, y te ayudará a mejorar tu vida sexual y tu bienestar emocional.

Os pongo un ejemplo:

Llevaba varios meses saliendo con una chica que me gusta mucho, que hoy en día es mi mujer. Nos conocimos un verano en las fiestas de su pueblo. Ambos habíamos estado pasando tiempo juntos y habíamos llegado al punto de intimar sexualmente. Al principio solo con pequeños roces, masturbación y sexo oral ocasional.

Tras un par de meses quedando con ella, el día de su cumpleaños, le preparé una cena en mi piso. Era la primera vez que ella venía. Teniendo en cuenta al acercamiento al que ya habíamos llegado, en ese punto creo que los dos ya sabíamos que íbamos a tener sexo esa noche, y lo deseábamos.

Yo recuerdo que estaba bastante nervioso todo el día, porque en otras ocasiones con otras chicas tuve eyaculación precoz, y temía que me pasase también con ella, que se quedase insatisfecha, y hasta rompiese nuestra relación por ese motivo. A mí me gustaba mucho esa chica. Se venían escenas a mi mente, como flashes, en las que ella se iba de mi casa molesta por haber tenido muy mal sexo conmigo.

Esa noche, tras la cena, nos fuimos al sofá y mientras nos besábamos ya comencé a sentirme excitado a la vez que muy nervioso. Notaba cómo mi corazón palpitaba bajo mi pecho. Recuerdo que le quité la ropa y busqué el coito bastante rápido porque sabía que si teníamos muchos preliminares incluso iba a eyacular antes del coito y eso sería terrible.

Aun así, recuerdo que fue ponerme el condón y ya sentir los primeros impulsos que adelantaban que en muy pocos segundos iba a eyacular. Recuerdo que estaba muy tenso, pero claro, en aquel momento yo todavía no era consciente de la tensión que tenía. (Actualmente, tras haberlo superado, me doy cuenta de toda la tensión que sí tenía en mis relaciones sexuales). Sigo: Efectivamente, tal y como pronosticaba, fue penetrarla, entrar en ella unas 3 o 4 veces, me paré como para tratar de evitar el orgasmo, pero ya era tarde. No sé qué cara pondría yo, pero al pararme así de repente ella me clavó la mirada como diciendo: «¿Qué sucede?»

En ese momento a ella no pareció importarle mucho que yo hubiese eyaculado. Seguí con sexo oral y masturbación con ella, hasta que llegó a su orgasmo.

Yo sí me sentí terriblemente avergonzado y frustrado. Cuando terminamos me disculpé con ella por haber durado tan poco. Ella me aseguró que todo estaba bien y que le había gustado. Me dijo que a veces esos problemas pueden ocurrir. A pesar de esto, no pude sacudir la sensación de que había arruinado el momento y que había dejado a esa chica insatisfecha. Recuerdo que me quedé con la palabra «problemas» que ella había utilizado, y le di vueltas y más vueltas a esa palabra en mi mente durante muchos días.

Después de esa noche, me encontraba cada vez más ansioso acerca de tener encuentros sexuales con ella. Me preocupaba constantemente de no poder durar lo suficiente y de defraudarla en la cama. Esto me llevaba a evitar el sexo o a posponerlo lo más que podía, lo que a su vez generó tensión y frustración en nuestra relación. A veces trataba de controlar la eyaculación bebiendo alcohol, lo que hizo que ella empezase a pensar que tenía un problema de alcoholismo. Tampoco fue la solución.

Otras veces me masturbaba antes de verla, porque vi que eso a veces hacía que durase más en el coito con ella. Pero eso me llevó a que a veces no lograba tener una erección estando con ella, o la perdía muy rápido. Eso generó también alguna discusión porque ella pensaba que «no me ponía», cuando lo cierto es que al haber eyaculado ese mismo día uno no tiene el mismo vigor sexual.

Con el tiempo, me di cuenta de que la eyaculación precoz no solo estaba afectando nuestra vida sexual, sino también afectaba mucho a nuestra relación de pareja y a mi bienestar emocional y mi autoestima. Decidí buscar ayuda profesional. Busqué en internet un psicólogo y encontré el centro de Calma Al Mar, quienes me ayudaron a solucionar esta situación. Solo puedo decir que ojalá hubiese tomando antes la decisión. Me ayudaron a terminar al 100% mi problema de eyaculación precoz.

Después de varias sesiones de terapia, entendí el motivo por el que tenía eyaculación precoz y supe cómo retrasar el momento de la eyaculación para tener coitos más largos y placenteros. Entendí que en el sexo no se trata de tapar la excitación, sino de canalizarla de tal manera que se disfrute al máximo. El problema se superó totalmente a través de ejercicios con los que trabajamos mi forma de pensar, así como otros ejercicios en los que reconocía mi nivel de excitación y lo modulaba a voluntad.

Si tú también tienes eyaculación precoz, igual que tenía yo, no esperes más a buscar tratamiento psicológico. Pide hoy ayuda.