Síndrome de Münchausen por poderes

El síndrome de Münchausen es una forma de maltrato infantil y una patología mental. El responsable del niño, en la mayoría de los casos la madre, inventan síntomas de enfermedad en los menores y/o provocan síntomas reales para que parezca que el niño está enfermo.

¿Qué causas provocan este síndrome? ¿Qué motiva al perpetrador?

La conducta de los cuidadores estaría movida por la necesidad de ser el centro de atención; el deseo de tener acceso a drogas e incluso de conseguir alojamiento y comida gratis al quedarse en el hospital. Además, por tener patologías mentales o ciertos trastornos como la psicopatía, el masoquismo, la esquizofrenia, etc.

Se puede deber también a otros motivos, como la sensación de carencia de atención y amor, con posible rechazo a la maternidad. Sería también la propia negligencia infantil y falta de figura paterna, o desilusiones traumáticas que han ocasionado la pérdida del yo.

¿Cómo puede actuar el adulto para fingir la enfermedad del menor?

Nos podemos encontrar con la falsificación de datos aportados al historial clínico. También con la simulación, falsificando pruebas añadiendo sangre a las heces o la orina del niño, e incluso calentando un termómetro simulando fiebre. Por otro lado tenemos la producción de signos, como infectar una línea intravenosa (IV) para que el niño enferme, privar de alimento al niño para que parezca que no aumenta de peso y darle fármacos para provocarle diarrea o vómito, etc.

El perpetrador suele ser la madre, y los signos y síntomas no aparecen en su ausencia. Se muestra menos preocupada que los mismos médicos y no quiere dejar solo al menor en el hospital. La mayoría de las ocasiones son madres con niños pequeños, e incluso hijos que cuidan de sus padres mayores.

El cuidador/a, tutor o progenitor, puede ser que sepa sobre medicina y el cuidado médico, e incluso que trabaje en el área de salud. Ya que es capaz de describir los síntomas con detalle. Y es admirada/o por los médicos por el cuidado que le da a su hijo. Esto hace que sea difícil diagnosticar el síndrome de Münchausen por poderes. Porque se le ve muy involucrada con su hijo.

Tienen la facilidad de convencer a los médicos y a la propia familia de que su hijo está enfermo. La mayoría de las ocasiones, el objetivo es obtener una estancia en el hospital, para sentiré así protegida y tomada en cuenta. Con las atenciones y cuidados que esto implica. Puede llegar incluso a asfixiar o envenenar a su hijo, sin tener una intención previa de hacerlo.

¿Qué señales encontramos en la victima (el menor)?

En cuanto al niño, o en este caso, la víctima, pasa mucho tiempo en el hospital y visita a muchos médicos. Presenta síntomas que no encajan con ninguna enfermedad, ni cuadran con los resultados. Por lo que la elaboración diagnóstica es desordenada e inconsistente. La madre describe unos síntomas que no aparecen ante el médico pero que vuelven a aparecer en casa. Le practican muchos exámenes y pruebas no concordantes con el estado de salud del niño. Los tratamientos no solucionan nada y los tolera mal, e incluso la sangre que se encuentra no cuadra con el grupo sanguíneo del niño. Suelen haber antecedentes familiares de enfermedades graves e incluso de muerte infantil no aclarada. Y nos encontramos con la ausencia de casos de otros niños con las mismas características diagnósticas.

La detección a tiempo del síndrome de Münchausen por poderes, puede evitar el maltrato continuo y exámenes médicos innecesarios. Que además, pueden resultar costosos o incluso peligrosos para el menor. Es difícil de detectar, y se empieza a tener sospechas cuando el historial del niño crece y no responde bien a ningún tratamiento. En este caso se debe realizar una entrevista con el adulto a su cargo para valorar la conducta del mismo.

Es necesario proteger al niño. Si se está seguro de que el niño es víctima de abuso hay que ponerse en contacto con un médico, los servicios de protección al menor e incluso con la policía. Ya que su salud puede estar en riesgo, e incluso su vida.

En muchas ocasiones es necesario retirarlo del cuidado de la madre o el padre, e incluso pueden necesitar atención médica para tratar las lesiones provocadas por éstos. Además, puede que necesiten asistencia psicológica porque han lidiado con la ansiedad y pueden llegar a presentar trastorno de estrés postraumático.

 

Noelia Rodríguez. Psicóloga jurídica y perito forense.

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