Sobre la paciencia.

El pasado mes de Octubre se publicó un artículo en el que se hablaba sobre la enfermedad del TDAH, en concreto Mariano Pérez, especialista en Psicología Clínica y catedrático de psicopatología y Técnicas de Intervención en la Universidad de Oviedo aseguraba que “No existe. El TDAH es un diagnóstico que carece de entidad clínica, y la medicación, lejos de ser propiamente un tratamiento es, en realidad, un dopaje”.

Más allá del debate sobre si esta enfermedad concreta existe o no, merece la pena considerar que hay detrás del hecho de tratar de encasillar todo comportamiento “problemático” dentro de un cuadro diagnóstico, y no solo eso, sino que además se trata de proporcionar una medicación para dicha enfermedad.

La medicación hoy en día es una solución a un problema (la enfermedad), no obstante, existen problemas para los cuales la medicación no proporciona una solución del todo eficaz, como es el caso de los antidepresivos, donde según ciertos estudios, su eficacia es equivalente a la de los placebos.

¿De dónde viene esta necesidad de medicar o encasillar en un cuadro diagnóstico? La medicación puede ser vista en muchas ocasiones como una solución rápida y sin esfuerzo a un problema y de la misma manera, el agrupar una serie de conductas problemáticas dentro de un diagnóstico ayuda a pensar que ya se ha detectado el problema y se puede empezar a eliminar dicho problema. De esta forma, la medicación se entiende muchas veces como una solución mágica e instantánea, de igual forma que se tratan de vender miles de medicamentos para reducir la grasa corporal sin apenas esfuerzo.

¿Hacia dónde vamos? La sociedad de hoy en día no tolera el sufrimiento, si hubiera un medicamento para olvidar los momentos difíciles en lugar de superarlos con tiempo y esfuerzo se consumiría en grandes cantidades.

Y es que el esfuerzo se ha convertido en una solución opcional a muchos problemas, ya que nuestro estilo de vida actual, el excesivo materialismo y la accesibilidad al ocio en todas sus vertientes han hecho que si hoy en día queremos algo lo tengamos al instante, y que si requiere mucho esfuerzo, es probable que lo dejemos para más adelante, o incluso quede en el olvido.

Si bien tanto la medicación como los diagnósticos son beneficiosos en algunas ocasiones, se ha demostrado, en el caso de los antidepresivos, que dicha medicación junto a una terapia psicológica es mucho más efectiva que únicamente tomando la medicación, que de igual forma hay técnicas para que los niños con supuesto TDAH que demuestran que no es necesario “dopar” a los niños con el fin de provocarles un posterior cansancio.

Gerard Cebrià

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