Tratamiento de la fobia a los fenómenos atmosféricos en Valencia

Una fobia es un miedo intenso e irracional a una cosa concreta, fobia específica, o a algo más general, fobia compleja. Este miedo no tiene que estar motivado por ninguna experiencia traumática, sin embargo, suponen una verdadera limitación para aquellas personas que lo sufren. Ante situaciones que para otras personas no son amenazantes, el cerebro de las personas fóbicas las interpreta como amenazantes, y esto dispara los síntomas corporales, los pensamientos catastróficos y el pico de ansiedad.

La fobia a los fenómenos atmosféricos es común, es el segundo grupo por incidencia después de la fobia a los animales. Aquí te dejo explicadas algunas:

  • Astrafobia: Es el miedo de algunas personas a ser alcanzados por un rayo, los mismos truenos o a las tormentas en general. Estas personas sufren de forma intensa si se desata un temporal estando fuera de casa.
  • Heliofobia: Es el miedo de algunas personas a la exposición solar. Esto provoca que las personas afectadas eviten salir de casa y a consecuencia se desarrollen otras afecciones, como la carencia de vitamina D.
  • Eosofobia: Es el miedo de algunas personas a los cambios de luces, como el miedo al amanecer o al atardecer.
  • Anemofobia: Es el miedo que sufren algunas personas a los cambios en las corrientes de aire, y a ellas en sí mismo.
  • Homiclofobia: Es el miedo que padecen algunas personas a la niebla, y más allá, a no ver lo que hay de forma inmediata a tu alrededor.
  • Quionofobia: Es la sensación de miedo de algunas personas a la nieve y el granizo.
  • Nefofobia: Es el miedo de algunas personas a las nubes, a su movimiento, forma y desplazamiento.

 

 

 

Cuando todas las situaciones comentadas se dan alrededor de la persona afectada, la sensación de miedo y su reacción es inmediata y desproporcionada. Para cualquiera de estas personas, ver una nube, sentir la luz de un rayo, es tan horrible como para cualquiera encontrarse ante un león hambriento.

Se interpreta, de forma errónea, que hay peligro donde no lo hay. Hemos de educar a la persona en la ausencia de consecuencias,  y a través de la psicoeducación y la exposición, aprenderemos a afrontar el estímulo fóbico. De esta forma acabaremos con las conductas de escape y evitación y la persona dejará de tener su vida afectada por esta limitación. Las fobias de tipo atmosférico son tratadas con terapia cognitivo conductual, de forma que su éxito en el tratamiento es muy alto.

Si tú, o algún ser querido sufre fobias a los fenómenos meteorológicos, ponte en contacto con nosotros a través del teléfono que figura más abajo.