Tratamiento de la adicción al sexo en Valencia

¿Se puede tratar la adicción al sexo?

La adicción al sexo es uno de los tipos de adicciones que tratamos los psicólogos de forma habitual en consulta. Se puede tratar y el tratamiento psicológico es eficaz.

El sexo supone para muchas personas un estímulo que les genera placer, intimidad, agrado y bienestar. Como cualquier otro estímulo agradable puede llegar a convertirse en una seria adicción si se pierde el control sobre el mismo.

Las personas adictas al sexo invierten mucho tiempo pensando en encuentros sexuales, buscándolos y llevándolos a cabo. La adicción al sexo puede ser tanto mediante masturbación, mediante contactos sexuales con otras personas, o ambas opciones combinadas.

Los síntomas de abstinencia cuando uno no se masturba, o no practica sexo, son similares a los que hemos visto en nuestra consulta que suceden con muchas otras adicciones:

  • Ansiedad
  • Irritabilidad
  • Tristeza
  • Apetito sexual muy acentuado y búsqueda intensa por encuentros sexuales
  • Sentimiento de culpa.

Las personas adictas al sexo que han llegado a nuestra consulta de psicología en Valencia habían mantenido períodos de gran descontrol en su conducta sexual que eran alternados con períodos de cierta normalidad. La culpabilidad aumentaba mucho cuando aumentaban los períodos de descontrol afectaban a la vida personal o profesional, o al tiempo invertido en la planificación o ejecución de actos sexuales

¿Cómo es un adicto al sexo? ¿Son jóvenes, mayores, hombres, mujeres…?

Por nuestra experiencia en consulta, la mayor parte de los pacientes que hemos atendido con adicción al sexo tienen una edad entre 20 y 45 años. No podemos hacer una clara diferenciación entre hombres y mujeres porque hemos tenido tanto a hombres como a mujeres con esta adicción.

¿Dónde está el límite entre un acto habitual y adicción al sexo?

En la consulta de psicología sabemos que en la adicción al sexo, al igual que sucede con el tabaquismo, el alcoholismo o cualquier otro tipo de adicción, los límites entre consumo controlado, el hábito y la adicción, son límites más propios de cada persona, que establecidos según un número de veces que se lleve a cabo el comportamiento vinculado con la adicción.

Hace unos años tuvimos en consulta a un hombre joven, profesor de instituto, que quería dejar de fumar porque fumar le generaba un sufrimiento muy elevado. Este hombre se fumaba tan solo un cigarrillo al día, al salir del instituto. Ese solo cigarrillo era suficiente como para establecer en él un nivel muy elevado de ansiedad si no se lo fumaba. Su malestar era muy elevado, hasta que siguiendo las pautas que le dimos en consulta, consiguió dejar definitivamente ese cigarrillo. 13 años después sabemos que no ha vuelto a fumar, y está muy satisfecho por ello. Con el sexo sucede algo similar. Incluso niveles bajos de comportamiento asociados al sexo, si son imprescindibles, y su eliminación voluntaria es muy costosa, pueden entenderse como propios de una adicción.

Un chico de 18 años acudió a consulta porque afirmaba que tenía una adicción al sexo que le generaba un sufrimiento muy elevado, y estaba haciendo que llegase tarde casi todos los días a clase. Su comportamiento era que se masturbaba todas las noches en épocas de exámenes. Lo que hacía que suspendiese algunos exámenes por no haberse presentado.

Si quieres diferenciar bien cuándo se trata de una adicción, lo mejor es evaluar estos puntos:

1.- La falta de capacidad para suprimir a voluntad la conducta vinculada con la adicción.

2.- El deseo muy elevado de tener sexo, que en ocasiones se vuelve un deseo ansioso y perdurable hasta que se lleva a cabo la conducta vinculada con la adicción (masturbación, o sexo con otra persona, por ejemplo)

3.- Se emplea más tiempo de lo deseado en buscar pornografía, o parejas sexuales.

4.- Ansiedad o malestar si pasa más tiempo del habitual sin haber llevado a cabo un comportamiento vinculado con la sexualidad.

5.- Cuando aparece el deseo, los pensamientos relacionados con la sexualidad apartan otros pensamientos.

6.- En ocasiones se puede faltar a compromisos con otras personas, cancelar reuniones poniendo falsas excusas, engañar, persuadir o manipular para tener sexo, perder grandes cantidades de dinero por pagar por sexo, o incluso pequeñas cantidades que te hagan sentir culpable (Uno de nuestros pacientes se suscribió a un servicio de SMS en el que le enviaban fotos eróticas. Cada foto le costaba unos céntimos, y no gastaba más de 40 euros al mes, pero intentó darse de baja varias veces y luego siempre volvía a darse de alta. Durante la terapia canceló el servicio y nunca más lo volvió a activar)

 

Centro de psicología Calma Al Mar

 

¿Cómo es el cerebro de una persona adicta al sexo?

Los cerebros humanos disponen de una parte concreta, bien localizada, a la que se la conoce como el sistema de recompensa. Esa parte está más activada cuando algo satisfactorio nos sucede. Por ejemplo, cuando tenemos hambre, y comemos, el sistema de recompensa cerebral se activa. Es como si el cerebro nos dijeses ¡bien hecho!.  La activación del sistema de recompensa aumenta el nivel de dopamina en esa parte del cerebro y eso nos genera placer. Lo mismo sucede cuando bebemos para apagar la sed, o cuando tenemos sexo para apagar el deseo sexual, así como con muchas otras situaciones diferentes.

Cuando una persona se encuentra ansiosa, su cerebro le dice: «busca en tus recuerdos qué te producía placer y úsalo para salir de este estado tan desagradable de ansiedad». Ahí, algunos cerebros optan por comer, otros por fumar, otros por beber alcohol, y otros por la búsqueda de sensaciones eróticas.

Otra segunda opción bastante frecuente parte de que el cerebro no está sufriendo ansiedad, sino que simplemente está aburrido. Aquí, el mecanismo de «obtén placer para apartar este aburrimiento» se puede activar, llevándonos a las mismas conductas de buscar comida, sexo, fumar, o cualquier otra cosa que en un pasado hubiese estado asociada al placer.

En el cerebro también hay mecanismos de control de impulsos o de conductas inadecuadas. Cuando el mecanismo de búsqueda de placer está activo, pero es regulado por el sistema de control de impulsos, el individuo es capaz de regular su conducta por una conducta que considere más socialmente aceptada. Por ejemplo, si una persona está haciendo un vuelo de 3 horas, y se aburre en el avión, o tiene ansiedad, es capaz de demorar el consumo de nicotina hasta su llegada al destino, si su sistema de control de impulsos funciona adecuadamente.

Según lo que acabas de leer, en una persona con una adicción pueden pasar dos cosas en el cerebro:

1.- Que el sistema de búsqueda de placer esté sobreactivado. Con lo cual se manifiesta una tendencia elevada la búsqueda del comportamiento o sustancia vinculado con el placer.

2.- Que el sistema de regulación de impulsos esté infra-activado. Con lo cual se manifiesta también esa tendencia elevada a la búsqueda del comportamiento o sustancia vinculada con el placer porque no hay un control cerebral sobre esta conducta.

 

Este conjunto de sistemas implicado en el desarrollo y mantenimiento de una adicción al sexo está formado cerebralmetne por  el núcleo Accumbens, Area Ventral Tegmental, La Corteza Prefrontal y el Hipotálamo Lateral.

 

 

¿Cómo influyen las nuevas tecnologías e internet en la adicción al sexo?

La influencia es muy clara para muchas personas adictas al sexo. Hoy en día cualquier persona tiene acceso a un mercado enorme, y gratuito, de páginas con contenidos eróticos.

Cada vez hay más aplicaciones para conocer otras personas. Algunas de ellas son para hacer amigos. Otras para encontrar una pareja estable. Y otras son identificadas como aplicaciones para tener encuentros sexuales esporádicos y sin compromiso. En este sentido, la persona adicta al sexo tiene más facilidad para llevar a cabo comportamientos asociados a su adicción.

¿Qué consecuencias puede sufrir una persona adicta al sexo? 

Las consecuencias físicas más frecuentes que puede sufrir una persona adicta al sexo tienen que ver con:

  • Mayor probabilidad de contagiarse y contagiar enfermedades de transmisión sexual (ETS).

Las consecuencias psicológicas de la adicción al sexo son:

  • El sufrimiento psicológico. La adicción al sexo controla o repercute significativamente en otros aspectos de su vida. Por ejemplo, la adicción al sexo es fácil que genere problemas severos de pareja cuando tu pareja no tiene el mismo deseo sexual que tú. Puede generar problemas de infidelidad. De la que se desprenden, con frecuencia, sentimientos muy elevados de culpa.
  • En la consulta de psicología nos hemos encontrado a personas que llegaban tarde a su trabajo, o a clases. Siempre ponían diferentes excusas, pero la verdadera razón era que se pasaban horas navegando por páginas de contactos, o masturbándose con páginas porno, o acudiendo a locales en los que intuían que podía ser fácil conseguir un encuentro sexual.

La negación del problema en la adicción al sexo

Como sucede con otras adicciones, un adicto al sexo no detecta su problema inmediatamente. En nuestra consulta hemos visto que es habitual que puedan pasar meses o incluso años hasta que la persona adicta al sexo se da cuenta de que realmente tiene un problema. Cuanto más tarda en pedir ayuda más instaurada estará la adicción en su conducta.

Algunas veces han sido las parejas de nuestros pacientes las que han detectado que el paciente tiene un problema, y le han insistido para que empiece a acudir a consulta.

El comportamiento de la persona con adicción al sexo

Las personas con adicción al sexo que hemos atendido en Valencia presentaban masturbaciones muy frecuentes, abuso de búsqueda de pornografía utilizando mucho tiempo en ello, abuso de líneas de teléfono o chats eróticos. En algunos casos acudían a prostitutas, en otros a parejas sexuales eventuales.

En nuestra consulta de psicología de Valencia hemos atendido a tanto hombres como a mujeres, con un predominio de los primeros. Fundamentalmente heterosexuales, aunque también hay personas homosexuales con este problema de adicción al sexo.

Tratamiento de la adicción al sexo

La adicción al sexo, como el resto de adicciones que tratamos de forma habitual en nuestra consulta, es un problema psicológico tratable y superable.

El tratamiento psicológico de la adicción al sexo que llevamos a cabo en nuestra consulta de psicología de Valencia tiene como pilares fundamentales:

  • Manejar de situaciones de ‘riesgo’ vinculadas con la adicción al sexo
  • Identificar los estímulos que llevan a la pérdida de control
  • Intervención en la impulsividad
  • Aprender a regulación de emociones (tanto agradables como desagradables)
  • Mejorar la Autoestima
  • Aumentar la sensación de control
  • Mantener los compromisos con las diversas actividades de la vida cotidiana: trabajo, aficiones, amistades, familia…
  • Restablecer el equilibrio de tiempos
  • Aprender a canalizar el problema que le llevaba a uno a la adicción al sexo mediante otras formas más saludables de gestión de esa energía.

 

Si tienes sospechas de padecer adicción al sexo, o conoces a alguna persona cercana a ti que lo padezca, nuestro consejo es que busques ayuda profesional rápidamente, ya sea en nuestro despacho de psicología como en otra consulta de psicología en la que también sean expertos en el tratamiento de la adición al sexo. Esto es así porque cuanto más instaurada esté cualquier adicción, más complicado es para el paciente deshacerse de las conductas propias de la adicción. Por lo que cuanto antes comience el tratamiento, mejor será la evolución.