Bajo deseo sexual, ¿por qué a mí?

 

El deseo sexual fluctúa a lo largo de la vida, y para muchas personas, experimentar una disminución en su deseo sexual puede ser una preocupación. El bajo deseo sexual puede surgir por diversas razones y afectar tanto a individuos como a relaciones. Es importante abordar este tema con comprensión y apertura.

 

¿Qué es el bajo deseo sexual? El bajo deseo sexual, o falta de líbido, se refiere a una disminución notable o persistente en el interés o el deseo sexual. Puede afectar a personas de todas las edades y géneros, y puede ser resultado de factores físicos, psicológicos o sociales.

 

Si has experimentado o estás experimentando esto, posiblemente la pregunta que más repitas será ¿por qué a mí? Entre las causas del bajo deseo sexual, nos encontramos diferentes factores que pueden afectar e influir en el diagnóstico. Factores psicológicos como el estrés, ansiedad, depresión, problemas de imagen corporal o experiencias pasadas pueden afectar el deseo sexual. Factores físicos como cambios hormonales, enfermedades crónicas, efectos secundarios de medicamentos o condiciones médicas pueden influir en la líbido. Factores relacionales como problemas de comunicación, conflictos no resueltos o falta de intimidad emocional en la relación pueden impactar el deseo sexual.

 

¿Cómo abordar el bajo deseo sexual?

  • Comunicación abierta. Hablar con tu pareja sobre tus sentimientos y preocupaciones es fundamental para comprender y abordar juntos la situación.
  • Buscar ayuda profesional. Un terapeuta o sexólogo puede proporcionar orientación y técnicas para abordar los problemas subyacentes. Es fundamental entender que el bajo deseo sexual es un tema común y no algo de lo que avergonzarse. Buscar ayuda de profesionales capacitados puede ser un paso importante para abordar la situación y encontrar soluciones efectivas.
  • Autocuidado. Mantener un estilo de vida saludable, manejar el estrés y encontrar formas de relajación puede contribuir positivamente al deseo sexual.
  • Exploración individual. Reflexionar sobre tus propias necesidades, deseos y preocupaciones es un paso crucial hacia la comprensión y la recuperación del deseo sexual

 

El bajo deseo sexual puede afectar significativamente la calidad de vida y las relaciones. Es un desafío que merece ser abordado con comprensión, apertura y empatía. Ya sea que se deba a factores físicos, psicológicos o relacionales, reconocer y enfrentar este desafío puede marcar una gran diferencia en la vida sexual y emocional de una persona. Al tomar pasos hacia la comprensión y el tratamiento del bajo deseo sexual, se puede trabajar hacia una vida sexual más satisfactoria y enriquecedora.

 


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