Cuando migrar duele: cómo entender y atravesar el duelo migratorio

Migrar no es solo cambiar de país, es atravesar un proceso profundo de adaptación emocional que te lleva a reorganizar quién eres, cómo te relacionas con tu entorno y qué elementos de tu identidad necesitas reconstruir. Muchas personas viven este proceso sin saber que tiene nombre, duelo migratorio.

A diferencia de otros duelos, este no es único ni lineal. Puede ser:

  • Parcial, porque no pierdes algo para siempre, pero sí deja de estar disponible en tu día a día.
  • Múltiple, ya que incluye varias pérdidas a la vez.
  • Recurrente, porque puede reactivarse en distintas etapas del proceso migratorio, incluso cuando pensabas que ya lo tenías asimilado.

Este tipo de duelo es complejo porque no elaboras una sola pérdida, sino muchas simultáneas.

El duelo migratorio es una reacción humana natural frente a un cambio vital tan grande. Si has migrado es posible que te hayas sorprendido sintiendo emociones contradictorias como,  ilusión, miedo, tristeza, alivio, curiosidad…

En este artículo encontrarás las claves para comprender por qué te pasa y cómo puedes acompañarte en este camino.

Es importante que tengas en cuenta que migrar implica experimentar varias pérdidas, no todas se experimentan de la misma forma, ni al mismo tiempo, pero las más habituales suelen ser:

  • Pérdida de vínculos afectivos y red social de origen
  • Pérdida de idioma y referencias culturales
  • Pérdida de rutinas, roles y estatus
  • Pérdida de la identidad previa

Asociado a estas pérdidas, puede que tengas manifestaciones emocionales como, ambivalencia, ansiedad, nostalgia, tristeza, sensación de desconexión y/o incertidumbre, entre otras. Si te reconoces aquí, recuerda, estás  transitando un proceso normal y humano.

 

 

¿Cómo puede ayudarte la psicología a acompañar este proceso?

El acompañamiento terapéutico puede ser una pieza clave en tu adaptación. Entre los beneficios más importantes están:

  1. Validación emocional de tus pérdidas: necesitas un espacio seguro donde tu experiencia tenga sentido, sin minimizar lo que sientes ni compararlo con el camino de otras personas.
  2. Estrategias de afrontamiento: migrar exige recursos emocionales nuevos, puedes aprender herramientas para gestionar el estrés, la incertidumbre o la sensación de desarraigo.
  3. Reconstrucción de identidad y pertenencia: la terapia te ayuda a integrar tu historia, tus raíces y tu nueva vida, reforzando tu capacidad para crear vínculos y rutinas saludables.
  4. Creación de una red de apoyo en el nuevo contexto.

Migrar transforma. Y aunque a veces duela, también puede convertirse en un proceso de crecimiento, de descubrimiento personal y de creación de nuevas raíces.

Psicólogo colaborador del Centro de Psicología Calma Al Mar.

Empar Porcar Mundo

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