El impacto de las creencias en nuestra percepción: cómo nuestras creencias nos definen
Las creencias son afirmaciones que consideramos como verdaderas y nos afectan de forma evidente a la percepción de nosotros mismos, de los demás y/o de nuestro entorno. Nos afectan porque tienen un alto contenido emocional que nos predispone a actuar de forma congruente con ellas. Es decir, funcionan como un marco de referencia interna que guía nuestros pensamientos y comportamientos, como si tuviéramos una lente a través de la cual interpretamos y damos sentido a determinadas experiencias.
¿Cómo se construyen?
Las creencias se construyen en base a experiencias personales, a lo que aprendemos desde pequeñitos en casa y a la influencia de la sociedad. A lo largo de la vida vamos creando una representación interna de la realidad que nos ayudan a dar significado y entender mejor el mundo que nos rodea. Es una forma que tiene nuestro cerebro de crear unas “normas” que nos ayudan a sobrevivir en el entorno.
En muchas ocasiones, no somos conscientes de estas creencias porque están muy interiorizadas en nuestro ser y se refuerzan mediante un círculo vicioso en el que:
- Percibimos la realidad de forma distorsionada (creencia)
- Dicha creencia nos genera una alteración emocional
- Actuamos acorde a dicha creencia y alteración emocional
- Como actuamos acorde, reforzamos la creencia en esa situación y situaciones similares
Además, nuestra mente elimina o no tiene en cuenta aquellas experiencias que no están acorde, es decir, pasa por alto todo aquello que puede contradecir la creencia.
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¿Todas las creencias con malas?
No, podemos distinguir entre creencias limitantes y potenciadoras.
Las limitantes nos restan energía y nos alteran emocionalmente, nos dejan con menos probabilidad de afrontar de forma óptima determinadas situaciones y problemáticas del día a día.
Ejemplos de creencias limitantes:
- Sobre uno mismo
- «No soy suficiente.»
- «No merezco ser feliz.»
- «Siempre fracaso en todo lo que intento.»
- «No soy inteligente/talentos@/creativ@.»
- «No puedo cambiar, siempre he sido así.»
- Sobre el amor y las relaciones
- «Nadie me amará tal y como soy.»
- «Todas las parejas terminan mal.»
- «Siempre me abandonan.»
- «No soy lo suficientemente atractiv@ para gustar a alguien.»
- «Si muestro mis emociones, me van a rechazar.»
- Sobre el tiempo y las oportunidades:
- «No tengo tiempo suficiente para nada.»
- «Ya es demasiado tarde para mí.»
- «Hay que esperar el momento perfecto para actuar.»
- «No puedo empezar algo nuevo mientras no tenga todas las respuestas.»
- «Las oportunidades nunca se presentan para mí.»
- «No soy capaz de gestionar tantas responsabilidades.»
- Sobre los demás y el mundo:
- «No se puede confiar en nadie.»
- «La gente siempre quiere aprovecharse de los demás.»
- «El mundo está lleno de maldad.»
- «Las cosas siempre van de mal en peor.»
- «Nadie entiende por lo que estoy pasando.»
- «Si pido ayuda, pareceré débil.»
- Sobre la vida en general:
- «La vida es una lucha constante.»
- «Nada bueno dura para siempre.»
- «Si algo parece demasiado bueno para ser verdad, seguramente lo sea.»
- «El cambio siempre trae problemas.»
- «La felicidad solo está disponible para unos pocos afortunados.»
- «Si soy feliz, algo malo me sucederá después.»
¿Te sientes identificad@ con alguna creencia?
El otro tipo de creencias que existen son las potenciadoras, que aumentan la confianza en nosotros mismo y en nuestras capacidades y nos permiten afrontar adecuadamente situaciones o retos difíciles. Por ejemplo:
- Sobre uno mismo
- “Soy capaz de aprender cualquier cosa que me proponga”
- “Valgo por lo que soy, no por lo que hago o tengo”
- «Soy suficiente tal y como soy.»
- «Puedo superar cualquier obstáculo con esfuerzo y paciencia.»
- «Mis errores son oportunidades para crecer y mejorar.»
- «Merezco amor, felicidad y éxito.»
- «Soy único y tengo algo especial que ofrecer al mundo.»
- Sobre el amor y las relaciones
- «Merezco relaciones saludables y amorosas.»
- «Puedo ser vulnerable y aun así ser amado.»
- «Las personas que me rodean me valoran y me aceptan.»
- «La comunicación abierta y honesta fortalece mis relaciones.»
- «Estoy rodeado de personas que me apoyan y me inspiran.»
- Sobre el tiempo y las oportunidades
- «Siempre hay tiempo para lo que es importante para mí.»
- «El momento perfecto para empezar es ahora.»
- «Cada día me brinda nuevas oportunidades.»
- «Siempre puedo organizarme mejor y lograr lo que quiero.»
- «Nunca es tarde para perseguir mis sueños.»
- «Tengo todo el tiempo que necesito para alcanzar mis objetivos.»
- «El presente es el único momento que importa, y estoy aquí para aprovecharlo.»
- Sobre los demás y el mundo
- «Las personas pueden ser generosas y solidarias.»
- «El mundo está lleno de posibilidades para crecer y prosperar.»
- «Puedo aprender algo valioso de cada persona que conozco.»
- «La vida es un equilibrio entre dar y recibir.»
- «Confío en que el universo conspira a mi favor.»
- «Siempre hay algo bueno por descubrir en cualquier situación.»
- «Cuando ayudo a otros, también me ayudo a mí mismo.»
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¿Y cómo se puede trabajar en las creencias?
Las creencias son la parte pasiva y los pensamientos son la parte activa, por lo tanto, para trabajar en las creencias es necesario intervenir en los pensamientos, ya que estos son los encargados de moldear, cuestionar y eventualmente transformar las creencias subyacentes.
Paso 1: Identificar la creencia limitante
Reflexiona sobre los pensamientos más recurrentes y pregúntate qué idea o creencia está detrás de ello. Por ejemplo, si constantemente evitas tomar riesgos, podrías identificar la creencia “Si fracaso, todos me juzgarán”.
Paso 2: Cuestionamiento de la creencia
¿Es 100% cierta? ¿Qué evidencia tengo para apoyarla? ¿Me ayuda o me causa sufrimiento?
También puedes buscar su origen para entender por qué la tienes, en muchas ocasiones tenemos creencias limitantes porque personas externas nos las han impuesto mediante mensajes o por la sociedad. Reconocer su origen puede ayudarte a tomar distancia.
Paso 3: Reformulación consciente
Reemplaza la creencia limitante por una más funcional y realista. Practica pensamientos y conductas que refuercen esta creencia. Al principio puede sentirse forzado, pero con el tiempo, el cerebro comienza a aceptarlos como reales.
La calve está en la repetición y consistencia. Las creencias limitantes se forman a lo largo del tiempo, por lo que transformar una creencia requiere práctica y repetición
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