La ignorancia querida o negación a conocer. El virus de la inteligencia emocional

 

¿Tiendes a negarte a conocer la realidad sobre ciertas cosas? ¿Tienes el sentimiento de que te estás saboteando? ¿Quieres desarrollar tu inteligencia emocional? ¿Quieres combatir tu ignorancia?

Es posible que en tus momentos de reflexión reconozcas que en el fondo de tus problemas subyace el miedo a no conocer algunos aspectos sobre tu realidad lo cual, desgraciadamente, prolonga tu sufrimiento y el de los seres queridos.

El interés de este tema es que salgas de tu zona de confort, que aprendas a afrontar tu realidad y que crezcas, que madures de verdad. Todo esto lo puedes lograr con una buena formación en inteligencia emocional.

Estoy segura de que nunca te has planteado los tipos de ignorancia que existen, pero si investigas un poco sobre el tema, te sorprenderás al descubrir que hay ocho tipos distintos. Para hacer esta lectura más fácil, clasificaré estos tipos en dos categorías:

  • La ignorancia natural, inherente al ser humano, cuando la persona es ignorante acerca de una cosa, pero lo reconoce y hace los esfuerzos para corregirlo.
  • La ignorancia querida donde la persona no reconoce que no sabe, pero además no quiere saber. Lo que las distingue es la voluntad continuada de no saber.

Antes que nada, quiero que sepas que todo/as y cada uno/a de nosotro/as tendemos a ignorar la realidad de las cosas difíciles de afrontar con la finalidad de eludir responsabilidades y tranquilizar así nuestra conciencia.

Pero lo que nos sitúa en una categoría o en otra es la voluntad y la valentía de querer conocer aquello que mantenemos en la ignorancia para corregir la conducta.

¿Qué es la ignorancia querida?

Es un estado de desconocimiento en el que la persona no quiere conocer el aspecto de la realidad que le afecta. Es la ignorancia que resulta del autoengaño.

Por ejemplo, Victor prefiere no saber si Clara lo quiere, aunque sería fácil si se lo preguntara, pero prefiere no saberlo por temor a tener una respuesta negativa. Elena prefiere no saber que la relación con su novio Pablo no funciona, porque anticipa que tendría que tomar la decisión de romper la relación.

Causas:

Entre las causas que provocan la voluntad de mantenerte en la ignorancia son:

  • Temor a conocer la realidad
  • No aceptar tus limites como persona
  • Temor a ser juzgado o no ser aceptado
  • Temor a perder la reputación
  • Falta de responsabilidad
  • Falta de recursos para afrontar la realidad
  • Educación basada en la sobreprotección

No hay duda de que “la verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia” (Sócrates) y reconocerlo es precisamente lo que te abre camino hacia el crecimiento, un conocimiento responsable de la realidad de las cosas.

En efecto, cometer un error desde la ignorancia es una cosa, mientras que mantenerte en la ignorancia para justificar tu error es otra cosa muy distinta.

Cuando te mantienes en la ignorancia, estás transmitiendo estas cosas sobre ti:

  • No quiero conocer la realidad
  • No quiero tomar responsabilidad
  • Prefiero una mentira dulce, que una verdad amarga

Desarrollar la inteligencia emocional implica madurar psicológicamente, que va más allá de cumplir años y deberes sociales.  Significa aprender a aceptar todas aquellas realidades que no nos gusta y no podemos cambiar y empezar a construir a partir de allí.

Consecuencias:

Las personas que se mantienen voluntariamente en la ignorancia, no desarrollan inteligencia emocional, porque, al no conocer sus emociones, no llegan a aprender a gestionarlas.

Elijen peor a sus parejas y se quedan ancladas en relaciones tóxicas o con violencia de género. Son peores padres, no saben claramente porque no quieren tener hijos, pero tampoco saben claramente porqué los tendrían.

En suma, no saben muy bien por qué hacen una cosa, pero tampoco saben por qué dejarían de hacerla. Viven la vida apagando fuegos, sobreviviendo, siempre a la caza de alguna sensación que les haga olvidar aquello que no quieren saber. La ignorancia querida hermana bien con la cobardía porque ambas parten de la misma raíz: la evitación.

¿Cómo combatir la ignorancia querida?

  • Haz aquello que te da miedo. La clave de la inteligencia emocional está en la capacidad de afrontar situaciones incómodas.
  • Toma pequeñas decisiones acerca de los aspectos que temes. Avanza sin prisa, pero sin pausa.
  • Se persistente. Es tu crecimiento personal el que está en juego. Te interesa.

 

Tomar conciencia de tu ignorancia te lleva a un aprendizaje diligente de la sabiduría y por tanto de inteligencia emocional. Es algo que puedes aprender en los cursos de inteligencia emocional

¿Sigue siendo la ignorancia tu colchón de comodidad?

 

Minodora Anusca

Mediadora Familiar

Coraboradora con el Centro de Psicología Calma al Mar, Valencia

 

Referencias:

Garzón Valdés, E. (1999). Algunas reflexiones sobre la ignorancia.

 

Derechos de imagen: Photo by Bruno Feitosa from Pexels

 

 

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