10 pasos para convertirte en una persona positiva

Paso 1. No critiques a alguien que no está presente.

Las críticas se centran en aquello negativo que ves de los demás, comentado a espaldas de los demás. Algunas personas usan la crítica a diario. Incluso llegan a entretenerse con ella. Pero sabes que la crítica fomenta las malas relaciones. Cuando escuchas a alguien criticar a otra persona a sus espaldas, te genera la certeza de que también te critica a ti a las tuyas. Así, la crítica es un modo de discurso que fomenta la desconfianza y alimenta los pensamientos negativos sobre los demás. Te animo a que tomes hoy la determinación de no criticar a una persona que no está presente.

Además, ya sabrás que cuando criticas a alguien, por imitación y cohesión social, otras personas tienden a sumarse a la crítica que haces. Fomentas con ello una cadena de negatividad, que no te lleva a ningún sitio porque no lo haces con intención de ayudar a esa persona de la que habláis. Incluso logras que otras te hablen a ti mal de terceras personas, porque das a entender que te gustan ese tipo de conversaciones. Tampoco permitas esto. Distínguete en tu grupo como una persona que no critica a terceros a sus espaldas, ni escucha, ni fomenta las críticas de otros.

Si algún día llegas a criticar, que sea si, y solo si, esa persona de la que hablas sabe ya concretamente lo que piensas de ella.

Paso 2. No te quejes.
Quizá nadie te lo haya dicho todavía, pero tiene que llegar un momento en tu vida en el que descubras que el mundo es neutro por naturaleza. Las situaciones por las que pasas no son buenas o malas, positivas o negativas, sino que es el pensamiento de cada uno el que coge una situación y le pone una etiqueta para definirla. Y tú eliges las etiquetas que le pones a las situaciones con las que te encuentras. Observa este relato:
Cuenta la historia que labrador tenía un caballo fuerte que utilizaba para cultivar sus campos. Era el único medio que tenía para tirar de su arado.
Un día, el caballo rompió el cerrojo de la puerta del establo y se escapó a las montañas.

Cuando los vecinos del labrador se enteraron, se acercaron para condolecerse de él. Al lamentar su desgracia, el labrador les replicó: «¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?».

Una semana después, el caballo volvió de las montañas trayendo consigo una manada de yeguas salvajes.

Entonces los vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte.
Él respondió: «¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?».

Cuando el hijo del labrador intentó domar una de aquellas yeguas salvajes, cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo consideró esto como una desgracia. No así el labrador, quien se limitó a decir: “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?».

Una semana más tarde, el ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota le dejaron tranquilo.

“¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?».

La queja no contribuye en nada a fomentar tu pensamiento positivo. Al contrario. Siembra la simiente para que al ser regada con más queja florezcan emociones negativas, malestar, irritación, e incluso, estoy seguro: la queja continuada crea enfermedades físicas.
Hay quejas muy sutiles que pasan casi desapercibidas. Por ejemplo, la queja sobre el tiempo, o sobre alguna condición de un local en el que estás. Hay otras quejas más profundas, las quejas sobre tu situación vital, las quejas sobre el comportamiento de otra persona, etc.
Mi consejo aquí es que erradiques ya no solo las más intensas, sino también aquellas más sutiles que se meten casi sin percatarte en tus conversaciones del día a día. Si tienes que seleccionar poner etiquetas a una situación, mejor que escojas las positivas, o al menos que te quedes como el campesino en decir: “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?».

Paso 3. Corrige los pensamientos negativos.
La mente funciona por hábitos y costumbres. Tu forma de pensar de hoy predice cómo será tu forma de pensar de mañana, así que trabaja con tu forma de pensar de hoy para garantizar un mañana más positivo.
Suelo comparar la mente como una colina llena de hierba alta. Si quisieses llegar a la cima, caminarías sobre la hierba hasta alcanzarla. El segundo día que quieras llegar a la cima, probablemente elijas el camino de hierbas un tanto aplastadas que has tomado el día anterior. Al tercer día, notarás que es más fácil seguir ese mismo camino, y al cabo de varias semanas habrás trazado un sendero bien definido hasta llegar arriba de todo, que será el que elijas de forma natural.

Con el pensamiento pasa lo mismo. Cuando llega un pensamiento a tu mente puede elegir trazar un camino. Si elige un camino de pensamiento negativo, se facilitan unas conexiones neuronales que recorren un camino en tu cerebro. Esto fomenta esa ruta neuronal, haciendo más rápidas las conexiones por ahí que por otros sitios. Al día siguiente ese pensamiento será más probable que otro. Así pues, si te permites tener pensamientos negativos, estás favoreciendo que esas rutas se produzcan una y otra vez. Por eso, hay gente que cada vez que abre la boca parece que está diciendo algo negativo de la vida. Y hay personas que parecen felices por naturaleza.
Muchas veces no puedes elegir que tu mente escoja espontáneamente este sendero neuronal, pero ahora que ya sabes que el camino que pisas predice por dónde pasarás mañana, cada vez que detectes que estás teniendo un pensamiento negativo, corrígete a ti mismo generando un pensamiento positivo sustitutorio. Eso hará que un nuevo camino se cree. Este será positivo, y hará más fácil que sea positivos también los que tengan que venir mañana. Para lograrlo, el experto en Psicología Positiva Eduardo Jáuregui aconseja una técnica conocida como «Afortunadamente», que consiste en que, cada vez que detectes un pensamiento negativo, pon a continuación la frase «afortunadamente, porque…» y tratar de crear una solución positiva a esa misma situación.

Por ejemplo: Llueve y no voy a poder salir con los amigos.
Técnica: Afortunadamente, porque eso me permitirá tener tiempo para editar el vídeo de mi último viaje, que no logro sacar tiempo para hacerlo.
Otro ejemplo: He quedado para ir al cine pero no me arranca el coche.
Técnica: Afortunadamente, … (termina tú la frase)

Paso 4. Defínete en positivo.
Cuando la gente te pregunte cómo te va, di que francamente bien. No te avergüences. Porque parece que en la actualidad decir que te vaya bien es como presumir. Es como si la sociedad te obligase a no destacar y a unirte al duelo colectivo de la gente que camina arrastrando los pies por la vida. De vez en cuando este tipo de gente se me acerca y me pregunta:
– Ey, ¿cómo te va? ¿Mal, verdad?

Hemos llegado a un punto en donde una situación de crisis se ha convertido en un tema comodín, al igual que el tiempo. Y el peluquero, mientras te corta el pelo, cubre el silencio incómodo diciendo: ¿Cómo está todo, eh? ¿Qué tal el trabajo, mal verdad?
Ante estas situaciones, lo que parece más socialmente aceptable es seguirle la corriente y escoger varios temas que apoyen la afirmación de nuestro interlocutor, en una conversación que parece un compadecimiento mutuo.
– Sí, ufff… qué mal el trabajo – Sí, ufff.. como están los bancos . – Sï, ufff… cómo está la política.
Como has visto en el punto 2, cualquier situación tiene varias interpretaciones. Cuando definas tu vida, adopta una interpretación positiva para hablar de ti. Que te vaya bien también es una respuesta posible, así que ha de ser aceptada, y yo añado: promovida. Di que te va bien, independientemente de cuál sea tu situación. Porque todo depende de dónde quieras poner en ese momento tu foco de atención. Puede que estés en el paro, sí, pero puede también que tengas una niña que ha aprendido a decir «papá» / «mamá» y eso te haga realmente feliz. Por dónde continúas la conversación? ¿Por tu situación de desempleo, o por las primeras palabras de tu hija? Tú decides en qué te centras.
Si tienes que hacer predicciones de futuro, define tu vida de este modo «Tengo la sensación de que va a ir bien». Cualquier cosa puede pasar en un futuro. Estamos muy programados para pensar que las cosas van a fallar, o a fracasar. Es el motivo por el que no intentamos muchas cosas que nos harían realmente felices. A partir de ahora, cuando pienses en el futuro, mueve tu mente hacia pensamientos positivos.

– ¿Vas ha hacer un viaje solo? ¿Pero no te aburrirás?
– Quizá algún día, pero tengo la sensación de que me va a ir bien.
– ¿Dejarás el trabajo? ¿Y si luego no encuentras otro?
– Puede que me cueste encontrar otro, pero tengo la sensación de que me va a ir bien.
– ¿Te vas a mudar? ¿Y si luego surgen más problemas en el nuevo piso?
– Tengo la sensación de que me va a ir bien.

Paso 5. Sé más consciente de cuándo sonríes
La sonrisa es el comportamiento que más favorece el estado de ánimo positivo. Todos tenemos una enorme capacidad para sonreír, pero la gente no suele ser consciente de cuándo sonríe. Por ejemplo, si te preguntase cuándo sonreíste ayer, ¿serías capaz de recordarlo? ¿Estás seguro de que sonreíste?
Hay algunos juegos que pueden facilitar tus sonrisas. Por ejemplo, por las mañanas voy al trabajo en moto. Junto a su cuentakilómetros hay un pequeño reloj digital. Hay veces en las que durante ese recorrido pienso o veo algo que me hace sonreír. Luego miro la hora y me digo: está bien que la primera sonrisa venga tan pronto por la mañana. Otros días, es ya media tarde y mirando el mismo reloj me doy cuenta de que todavía no he sonreído ni una sola vez. A partir de una de estas situaciones comencé un juego que consistía en ver a qué hora me venía la primera sonrisa de la mañana, y sentirme feliz cuando venía pronto, e ir a buscarla cuando llegaba mediodía y todavía no la había encontrado.

La sonrisa es una expresión que manifiesta una emoción positiva. Y has de saber que las emociones son muy contagiosas. Mucho más que la gripe. En serio. Si tienes al lado a una persona con gripe, puede que se te peque, o puede que no. Pero si tienes al lado a una persona riéndose con ganas, con muchas ganas, es seguro que te va a entrar la risa. Del mismo modo, si miras a una persona que esté cerca llorando desconsoladamente, es fácil que te entren ganas de llorar. Si fomentas tu sonrisa, estás facilitando que las personas que tienes a tu alrededor se rían más, y con ello te contagien a su vez de sus emociones positivas, generando así un círculo vicioso de positividad.

Paso 6. Esfuérzate porque digan de ti que eres una persona positiva.
En mi consulta de psicología veo que los pacientes que acuden experimentan cambios importantes en sus vidas. A lo largo de las sesiones les voy preguntando cómo se sienten, y van encontrando mejoras en sus vidas que les hacen sentirse bien.

Pero la propia percepción no es lo que a mí me da más señales de que el paciente está avanzando realmente, sino más bien la percepción que tienen los demás de él: sus familiares directos, sus amigos, y la gente más cercana.

Normalmente uno nota primero sus propios cambios, y poco a poco los va percibiendo su entorno. Por ello, la visión que tienen estas personas de uno mismo es un claro indicador de que el cambio es profundo y sostenible. Yo pregunto a mi paciente si quienes le rodean le ven mejor. Es un indicador más claro del avance.

Cuando estés con gente, no sólo te has de sentir positivo, sino también has de tratar de desprender positividad, y que lo noten.
Para lograrlo, te ofrezco algunas ayudas que conseguirán que lo alcances:

– Camina como una persona positiva y habla de forma positiva. Quizá hayas escuchado alguna vez ese dicho que afirma que «si anda como un pato, nada como un pato y grazna como un pato, seguramente sea un pato». Empieza analizando cómo caminas, como te expresas y cómo hablas. ¿Todo ello desprende realmente positividad?

– ¿Cómo es tu forma de vestir? ¿La gente diría que eres una persona positiva? Asegúrate que nunca vas totalmente de negro, o gris. Si te gusta este color, al menos encuentra algún pequeño complemento de un color cálido.
– Si tienes dos opciones, y una de las dos es quedarte en casa sin hacer nada interesante, elige la otra opción. La gente que hace actividades es más positiva que la huraña.

Paso 7. Rodéate de cosas que te hagan sentir bien.
Tú eliges qué hay sobre la mesa de tu escritorio, en tu oficina, en el mueble de la entrada, en las paredes de tu dormitorio y en el salón.
Desde el preso que pone una flor en su celda, al dueño del taller de coches que cuelga un calendario de chicas con poca ropa, están buscando hacer su entorno agradable. Elige qué cosas te gustan en tu vida, y busca que esas cosas estén a tu alrededor durante el día. Tu mente solo las procesará de forma consciente el día que las pongas, pero durante todos los días siguientes permanecerán presentes y tu mente de forma inconsciente seguirá generando un efecto positivo constante.
Es como si tienes un jardín y piensas que regarlo de vez en cuando es lo que lo hace florecer, cuando en realidad es el sol que pasa desapercibido todos los días por delante el que hace que tu jardín esté resplandeciente.

Paso 8. Céntrate en la solución, no en el problema.
Ante situaciones de conflicto hay personas que toman más bien una opción y otras personas toman una segunda opción. Veamos:
La primera de ellas consiste en hablar del problema. Para estas personas es importante buscar un culpable, y analizar los motivos que intuyen que le ha llevado hasta el problema. Estas personas pasan tiempo describiendo cómo se ha originado, la afectación actual y pronosticando males mayores de cara al futuro. Se centran en los resultados negativos del problema, así como en las emociones negativas que les hace sentir tener ese problema. Quieren hacer una descripción lo más detallada posible del problema y sus implicaciones.
Si el problema no tuviese solución, se encargan de que la persona que ha creado el problema experimente sensaciones como de culpa, arrepentimiento, malestar y frustración.

La segunda de ellas consiste en hablar de la solución. El problema se identifica de inmediato, partiendo rápidamente a la fase de «si esto es lo que ha pasado, vamos a ver qué solución tiene». La conversación se centra más bien en acciones de cara al futuro.
La identificación del culpable solo resulta útil si se hace con un enfoque centrado en prevenir errores futuros, por lo tanto la conversación se basa en la formación y desarrollo de esa persona, en lugar de en buscar su malestar y arrepentimiento.
Si el problema no tuviese solución, se encargan de prevenir que en un futuro vuelva a aparecer una situación similar, y a partir de ahí lo dejan estar en el pasado.

Paso 9. No veas informativos ni leas periódicos.
Ambas son costumbres muy arraigadas, y generalmente asociadas con buenos hábitos, por lo cual te costará mucho librarte de ellas. Parece que estar informado es algo sano. Y sí lo es, si quien te ofrece la información fuese neutral. Y no lo es. No me refiero a que esté viciado por ideologías políticas (que también), sino que las noticias siguen una tendencia sensacionalista que buscan generar impacto en quien las ve, porque captar la atención fomenta tener más seguidores, que redunda en más ingresos en publicidad. Pero si las noticias fuesen neutrales, como mínimo tendría que haber un equilibrio entre las buenas noticias y las malas noticias (¿Ambas son noticias, no es así?). Cuando pones un informativo, podría ser que te hablasen de una guerra o un atentado, y luego, la misma duración, que te hablen de los últimos avances científicos contra enfermedades mortales. Pero esto último no impacta tanto y en la selección de noticias se descarta esta información. ¿Con qué te estás quedando entonces? Pues con una sobremesa llena de cadáveres, violadores de niños, accidentes, corrupción, y atentados sangrientos con bombas.
Además, es posible que te hayas fijado alguna vez en que los enunciados de los informativos televisivos están concienzudamente pensados para controlar y guiar tu atención hacia la pantalla. Puede que estés con tu familia comiendo, teniendo una agradable conversación, y la tele suelta: «Y no se pierdan estas impactantes imágenes que van a ver a continuación». Inmediatamente, se hace el silencio y la vista de todos se va a los cadáveres que hay sobre la carretera, junto a un autobús en llamas.

Puede que pienses que es de necios negarse a estar informados, pero te garantizo, porque yo sí lo he convertido ya en una costumbre, que puedes tener una vida normal sin conocer el 95% de las noticias que echan habitualmente e un informativo o periódico. Y del otro 5% ten la seguridad de que te vas a enterar sí o sí, quieras o no quieras, aunque no emplees nunca estos medios de información.

Si renuncias a ver informativos y periódicos, te llamará muchísimo la atención cuando 3 meses después enciendas la tele y pongas un informativo, fijándote en lo que dicen, cómo lo dicen y en las imágenes que ponen.
Lo primero que pensarás es ¿cómo es posible que yo haya estado viendo esto? Y serás consciente del enorme poder que tiene para forjar un pensamiento profundamente negativo centrado en la catástrofe. Suma una dosis de informativos diarios durante un período de más de 10 años y tendrás la justificación de una buena parte de la negatividad que te encuentras en tu entorno social en el día a día.

Paso 10. Júntate con gente positiva y evita a gente que no cumple la mayoría de estos 10 puntos.
Hay muchos refranes en español que recuerdan que tiendes a ir y a parecerte a gente similar a ti.
«Dime con quien andas y te diré quién eres»
«Dios los hace, y ellos se juntan»

En Inglaterra afirman: Hunt with cats and you catch only rats (Caza con gatos y capturarás solo ratas)
Si has empezado a leer este artículo es porque quieres ser una persona más positiva, ¿sí o no? Entonces a la hora de decidir con quién pasas tu tiempo, escoge preferiblemente a la gente que son como a ti te gustaría parecerte. Porque si aceptas citas, actividades de ocio o relaciones de pareja con gente que es muy negativa, que lo ve todo negro, que tiende a quejarse, que no sonríe, ¿cómo vas a acabar siendo tú?

Identifica quien pasa por tu vida y tiene las condiciones de positividad para quedarse. A esa persona búscala, trata de quedar con ella, arregla citas, proponle actividades de ocio compartidas, sé flexible a sus intereses, comparte tiempo con ella, y no la dejes escapar. Valencia distance calculator . Y a las personas negativas, aunque te duela, déjalas ir porque a la larga verás que es esto lo mejor para ti.

 

 

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