6 pasos hacia la asertividad

Que somos seres sociales es algo que no nos sorprende. Relacionarnos con las personas de nuestro entorno conforma la rutina diaria. Y es en esas interacciones donde puedes lograr grandes beneficios, aunque no te libras de algún disgusto o malentendido. ¿Cuántas noches has tardado en dormirte porque no sabías cómo pedir algo, decir que no, exigir una explicación sin dañar a la otra persona? ¿Cuántas formas de comunicar valoraste: ser borde, dejarlo pasar, lanzar indirectas, mostrar rechazo total…? Mil formas han pasado por tu cabeza para solventar diferentes situaciones de tu vida cotidiana, con sus pros y sus contras. Y, seguramente, todas ellas se puedan aglomerar en tres grandes grupos:

  • Comunicación pasiva: no eres capaz de expresar lo que quieres, opinas o necesitas y te muestras complaciente con aquello que otra persona decide por ti, a pesar de no estar de acuerdo. “Lo que otros quieren por encima de tu deseo”.
  • Comunicación agresiva: impones tu criterio y decisión por encima de la opinión del resto. No aceptas un no o una crítica en contra de tus deseos. “Lo que tú quieres por encima de todo”.
  • Comunicación asertiva: proteges tus derechos, respetando las opiniones y deseos de las/os demás. “Defiendes tu postura, respetando al resto”.

Tu modo de afrontar las situaciones se puede enmarcar (más o menos, según la situación) en una de estas opciones. Aun ensayando cien veces el discurso que te ha llevado noches en vela preparar –el cual suena bien en tu cabeza-, puede resultar difícil, en multitud de ocasiones, defenderlo en público y, llegado el momento, se te olvida, tu estado de ánimo lo altera o, en voz alta, parece que no sonaba tan bien.

El desasosiego o ansiedad que te genera afrontar situaciones en las que debes comunicar algo que puede resultar desagradable es totalmente normal y comprensible, pero no tiene por qué ser imposible. Tienes el derecho y el deber para contigo de expresar tus peticiones, opiniones y deseos. Aunque pueda parecer una solución utópica, la comunicación asertiva es viable, eficaz y la mejor vía para una buena comunicación. Por ello, teniendo en cuenta que se acercan las festividades navideñas las cuales implican mayor contacto social y familiar, te proponemos 6 pasos para facilitar tus conversaciones:

 

PASO 1

Es imprescindible que digas exactamente qué es lo que quieres o lo que te ha parecido mal. No adornes la información con datos superfluos, no empieces divagando sobre temas desvinculados a tu objetivo final. Hay que ir directo al grano, con claridad y concisión.

  • EJEMPLO: Tu pareja ha confirmado tu asistencia a una cena familiar a la que no quieres ir.
  • Modo pasivo: “A mí no me apetece demasiado ir a esa cena, salgo tarde de trabajar… No es que no quiera ir, pero seguro que estaré cansadísima/o… y para eso casi es mejor no ir”.
  • Modo agresivo: “Estoy hasta las narices de esas cenas tuyas. Vete tú si te da la gana, pero yo no voy a eso y punto”.
  • Modo asertivo: “Agradezco que se hayan acordado de mí para ir pero, en esta ocasión, no quiero ir a esa cena”

 

PASO 2

No inventes una escusa, lo que quieres es tan válido como el deseo de la otra persona. Tienes derecho a defender tus intereses y a decir que NO. Tu vida, tus decisiones. Además, una mentira requiere otra mentira, y eso podrá llevarte a una espiral de falacias que puede perjudicarte. No hiciste otros planes, no te duele la cabeza, no tienes otros compromisos… expresa directamente lo que quieres, sin tapujos, sin verdades a medias, sin mentiras adornadas.

 

PASO 3

Tienes que elegir el momento y lugar adecuado. No debes decírselo cuando estés de mal humor, o cuando la otra persona no preste atención o esté distraída. Intenta buscar el momento que propicie la atención y entendimiento entre las dos partes: no cuando la otra persona está saliendo por la puerta o tiene prisa, o cuando tú tienes que irte a algún lado, o cuando haya terceras personas que puedan entorpecer la comunicación.

 

PASO 4

Intenta no culpar o regañar a la otra persona. Las frases que emitas deben ser en primera persona-yo – y no en segunda persona-tú-.

  • Erróneo: “Siempre tenemos que hacer lo que quieres, eres muy egoísta”, “nunca me consultas nada, siempre te sales con la tuya”.
  • Asertivo: “No quiero ir a esa cena porque no me Me gustaría que, en otra ocasión, me preguntaras previamente si quiero ir para evitar este tipo de malentendido”.

 

PASO 5

  1. Intenta usar frases cortas. Si empiezas a usar frases largas, puedes entorpecer el mensaje que quieres dar y no alcanzar tu objetivo final. Sé clara/o y directa/o.
    • Erróneo: “¿Te acuerdas del otro día que me comentaste que nos habían invitado a esa comida familiar? Bueno, sé que dijiste que iríamos… pero yo tengo mucho trabajo esta semana, y va a ser agotador llegar a casa y tener que marcharnos…”
    • Asertivo: “No quiero ir a la cena porque esta semana no me apetece ir”

 

PASO 6

Finalmente, quizás encuentres alguna forma de compensar la situación: ofreciéndole una alternativa que a ti te agrade o te parezca mejor. Es el momento de negociar, en el que ambas partes defienden su posición y se alcanza una solución al problema. Si te muestras tajante en tu decisión, sin dar opción a alguna alternativa, la otra parte puede sentirse ofendida, no comprender ni aceptar tu opinión, generando así un conflicto mayor. No se trata de que impongas tu decisión ni que dejes que te impongan otra, es un proceso de negociación en el que ambas partes pueden salir ganando.

Puede parecer difícil seguir estos pasos. Incluso es posible que no los recuerdes cuando quieras ponerlos en funcionamiento. Pero la práctica es la madre de las ciencias, así que inténtalo. Los pasos se irán incorporando, cual infante que aprende a andar en bici, y no recuerda cómo lo hizo. Hazte valer, no dejes que se impongan a tu criterio, ni intentes prevalecer el tuyo.

 

“Si quieres que te respeten, lo mejor es respetarse a una/o misma/o. Solo por eso, solo por el propio respeto que te tengas, inspirarás al resto a respetarte”.

(Fedor Dostoievski)

 

Vanesa Pernas Martínez

Psicóloga sanitaria

Psicóloga de los Servicios Municipales de Igualdad del Ayuntamiento de Mieres (Asturias)

Colaboradora del Centro de Psicología Calma al Mar (Valencia)

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