¿Cómo conseguir que un familiar vaya a terapia?

Puede ser difícil convencer a un familiar para que vaya a terapia, ya que muchas personas pueden sentirse incómodas o avergonzadas al hablar de sus problemas personales con un terapeuta. Sin embargo, hay algunas cosas que en el centro de psicología Calma Al Mar hemos visto que pueden alentar a un familiar a buscar ayuda profesional:

  1. Comunica tus preocupaciones: Habla con tu familiar y explica por qué crees que sería beneficioso que busque ayuda profesional. Comunica tus preocupaciones de manera empática y sin juzgar.
  2. Ofrece apoyo: Demuestra que estás dispuesto a apoyar a tu familiar en el proceso de búsqueda de ayuda. Puedes ofrecerte a ayudar a buscar un terapeuta, acompañarlo en las sesiones o simplemente estar disponible para hablar y escuchar.
  3. Haz sugerencias: Ofrece sugerencias sobre cómo encontrar un terapeuta. Puedes buscar recomendaciones de amigos o profesionales de la salud mental, o buscar en línea y proporcionar opciones de terapeutas que parezcan adecuados.
  4. Sé paciente: Reconoce que puede llevar tiempo que tu familiar se sienta cómodo con la idea de ir a terapia. Respeta su decisión y ofrécele tu apoyo de manera constante y sin presión.
  5. Sé un modelo a seguir: Si has tenido una experiencia positiva en terapia, comparte tus propias experiencias y cómo te ha ayudado a enfrentar tus desafíos emocionales y mentales.

Recuerda que la decisión final es de tu familiar y que no puedes obligarlo a buscar ayuda profesional. Lo más importante es ser respetuoso, empático y comprensivo en todo momento.

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¿Cómo Marta motivó a su padre para acudir a terapia?

Marta estaba preocupada por la salud mental de su padre, quien había estado experimentando síntomas de ansiedad y depresión en los últimos meses, tras el fallecimiento de su esposa, la madre de Marta. A pesar de que ella había intentado hablar con él sobre sus preocupaciones, su padre se mostraba reacio a buscar ayuda profesional.

Un día, Marta le dijo a su padre: «Papá, me preocupa mucho tu salud mental y me gustaría que consideraras hablar con un profesional sobre lo que estás experimentando. Te veo decaído desde la muerte de mamá. Hay algunas cosas que has dejado de hacer, como quedar con tus amigos. Te siento más irritable que de costumbre en casa. Tu cambio de humor y de actitud no solo te está afectando a ti, sino que me está repercutiendo también a mí y a nuestra relación. Realmente no sé cómo ayudarte y me siento triste por ello. ¿Crees que podríamos hacer algo al respecto?». Su padre al principio no quiso hablar de ello, pero al cabo de unas horas se acercó a Marta y le dijo que lo había estado pensando y que tenía razón. Pero que seguramente sería algo pasajero y que se iba a poner mejor muy pronto. Marta se ofreció a ayudar a su padre a encontrar un terapeuta y ofreció acompañarlo en la primera sesión, pero su padre se negó.

Después de algunas semanas, su padre comenzó a notar que los síntomas de ansiedad y depresión no desaparecían y que afectaban su vida cotidiana y a su relación con su hija Marta. Entonces, Marta le sugirió hablar con su médico de cabecera sobre sus síntomas y el médico le recomendó buscar ayuda en un profesional de la psicología.

Finalmente, el padre de Marta decidió buscar ayuda y comenzó a venir a terapia regularmente a Calma Al Mar. Marta continuó ofreciendo su apoyo y se aseguró de que su padre se sintiera cómodo y seguro durante el proceso de tratamiento.

Gracias al apoyo constante y al enfoque respetuoso y empático de Marta, su padre pudo superar sus miedos y obtener la ayuda que necesitaba para mejorar su salud mental.

Cuando llegaron a la primera sesión, el padre se mostraba muy susceptible y poco convencido de que la ayuda psicológica le fuese a ayudar, pero la psicóloga que le atendió es muy buena profesional y enseguida le hizo sentir cómodo. Al final de la sesión el padre de Marta le dijo que se alegraba mucho de haber dado el paso. Que sabía que estaba en el lugar correcto.

En la siguiente sesión su padre ya acudió solo a Calma Al Mar. La psicóloga le diagnosticó un duelo patológico no resuelto. Lo trató mediante terapia cognitivo-conductual, y en tan solo 4 meses consiguió recuperar el ánimo, disminuir la ansiedad y lograr que su relación con Marta volviese a ser tan buena como siempre lo fue.

 

Juana ayudó a su esposo a pedir cita para superar la adicción al juego de ella

Juana se preocupaba mucho por su esposo, quien había estado gastando grandes cantidades de dinero en juegos online, como el póker online. A pesar de que él ha hablado con ella sobre su adicción al juego, su esposa se muestra reacia a buscar ayuda profesional, y se niega a aceptar que tiene un problema con el juego.

Un día, Juana le dijo a su esposo: «Me preocupa mucho que estés gastando tanto dinero en el juego online. Sé que es difícil superar una adicción por tu cuenta, ¿qué te parece si hablamos con un terapeuta juntos para encontrar una solución?».

Después de algunas conversaciones, y una amenaza de embargo por parte del banco, su esposo aceptó buscar ayuda y comenzó a asistir a sesiones de terapia con nosotros en Calma Al Mar. Durante estas sesiones, su esposo aprendió a reconocer sus desencadenantes emocionales y cómo manejar sus impulsos para jugar a juegos online.

Juana también asistió a algunas sesiones de terapia para entender mejor la adicción de su esposo y cómo podría ayudarle en su proceso de recuperación. Juntos, establecieron límites financieros y otras estrategias para reducir la tentación de jugar.

Con el tiempo, el esposo de Juana comenzó a recuperar el control sobre su vida y su adicción al juego online disminuyó significativamente. Juana continuó ofreciendo su apoyo y aliento, y juntos trabajaron para mantener su recuperación a largo plazo.

Gracias al enfoque respetuoso y empático de Juana, su esposo pudo superar su adicción al juego online y recuperar el control sobre su vida.

 

 

¿Qué hacer si un familiar me recomienda ir a terapia?

Si un familiar te sugiere que deberías acudir a terapia, puede ser útil tomarse el tiempo para considerar su sugerencia y evaluar tus propios sentimientos y pensamientos sobre la posibilidad de buscar ayuda profesional.

Aquí te presento algunas recomendaciones sobre lo que podrías hacer si un familiar te sugiere acudir a terapia:

  1. Tómate el tiempo para considerar su sugerencia: Puede ser tentador descartar rápidamente la sugerencia de tu familiar de acudir a terapia, pero tómate el tiempo para considerarla. Reflexiona sobre cómo te sientes en general, sobre si has tenido dificultades para manejar alguna situación o si te gustaría mejorar algún aspecto de tu vida.
  2. Habla con tu familiar: Si después de considerar la sugerencia decides que estás dispuesto a buscar ayuda profesional, habla con tu familiar y agradécele por su sugerencia. Pide detalles sobre por qué piensan que necesitas ayuda y sobre posibles recomendaciones de terapeutas.
  3. Investiga tus opciones: Investiga tus opciones de terapia y busca un terapeuta que te parezca adecuado para ti. Pide recomendaciones a amigos o familiares que hayan ido a terapia, consulta directorios de terapeutas en línea o habla con tu médico de cabecera.
  4. Considera hablar con un profesional: Si tienes dudas sobre si la terapia es adecuada para ti, considera programar una consulta inicial con un terapeuta para conocer más sobre el proceso y hacer preguntas.
  5. Sé honesto contigo mismo: Si decides que la terapia no es adecuada para ti en este momento, sé honesto contigo mismo y con tu familiar. Agradece su sugerencia y explícale que, por ahora, no te sientes cómodo acudiendo a terapia.

Recuerda que la decisión final es tuya y que no debes sentirte obligado a acudir a terapia si no lo deseas. Sin embargo, si decides buscar ayuda profesional, puede ser un gran paso hacia el bienestar emocional y mental.

 

Fernando Pena Vivero

 

Autor: Fernando Pena Vivero
fernando@cop.es
Psicólogo director de Calma Al Mar Centro de Psicología

 

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