El fentanilo: la “droga zombi” peligrosa.

El fentanilo: la «droga zombi» peligrosa.

El fentanilo es un analgésico extremadamente potente y peligroso. Es un opioide sintético que se ha convertido en una preocupación que ha ido creciendo en todo el mundo.

Introducción al fentanilo:

Se trata de un medicamento diseñado originalmente para tratar el dolor intenso, como el que experimentan pacientes con cáncer terminal o después de una cirugía importante. Es aproximadamente 50 a 100 veces más potente que la morfina y, por ello, se considera un analgésico muy fuerte. A menudo se administra en forma de parches, tabletas, aerosoles nasales o inyecciones.

Usos legítimos del fentanilo:

El fentanilo se usa de manera legítima en el entorno médico para controlar el dolor en situaciones específicas. Estos incluyen:

Dolor postoperatorio: Después de cirugías importantes, como cirugía de cáncer, el fentanilo puede ayudar a controlar el dolor.
Cuidados paliativos: En pacientes con enfermedades terminales, el fentanilo puede proporcionar alivio del dolor para mejorar la calidad de vida.
Anestesia: Se utiliza en combinación con otros medicamentos para la anestesia durante procedimientos médicos.

El peligro del abuso del fentanilo:

A pesar de sus beneficios terapéuticos, el fentanilo también es una sustancia altamente adictiva que puede causar muchos problemas cuando se abusa de ella. Los peligros incluyen:

Tolerancia y dependencia: El cuerpo se acostumbra rápidamente al fentanilo, lo que lleva a la necesidad de dosis cada vez mayores para lograr el mismo alivio del dolor o alcanzar el mismo efecto.
Sobredosis: El fentanilo es tan potente que incluso una pequeña cantidad adicional puede causar una sobredosis fatal. Esto es especialmente cierto en el caso de las versiones ilícitas de la droga.
Problemas respiratorios: Esta sustancia puede deprimir gravemente el sistema respiratorio, lo que puede llevar a la asfixia y a la muerte.

El auge de las versiones ilícitas de fentanilo:

En los últimos años, se ha observado un aumento alarmante en la producción y distribución de fentanilo ilícito. A menudo se mezcla con otras drogas, como la heroína, sin el conocimiento del consumidor. Esto ha resultado en numerosas muertes por sobredosis.

¿Cuál es la importancia de la educación y la prevención?:

Para abordar el creciente problema con esta sustancia, es esencial enfocarse en la educación y la prevención. Esto incluye:

Educación sobre los riesgos: Informar a las personas sobre los peligros del fentanilo y cómo reconocer los signos de sobredosis.
Acceso a tratamientos de adicciones: Garantizar que aquellos que luchan contra la adicción al fentanilo tengan acceso a tratamientos efectivos.
Control de la prescripción médica: Los médicos deben recetar fentanilo con precaución y monitorear de cerca a los pacientes.

Conclusiones y recomendaciones:

El fentanilo es un analgésico muy potente que cuando se usa adecuadamente, puede actuar como alivio a pacientes con dolor intenso. Sin embargo, su abuso y proliferación de versiones ilícitas han llevado a una crisis de salud pública. Puede tener graves consecuencias psicológicas.

El fentanilo es conocido por su capacidad para crear dependencia y adicción, lo que puede llevar a problemas de salud mental, como la depresión y ansiedad. Las personas que abusan del fentanilo a menudo experimentan cambios en su comportamiento, estado de ánimo y relaciones interpersonales. La búsqueda compulsiva de la droga puede desencadenar problemas psicológicos significativos.

La educación, la prevención y el tratamiento son esenciales para abordar este problema y reducir los riesgos asociados con esta droga llamada fentanilo.

Los profesionales de la psicología pueden desempeñar un papel importante en el tratamiento de personas que luchan con la adicción al fentanilo, ofreciendo terapia y apoyo para abordar los aspectos psicológicos de la adicción y ayudar en la recuperación. Además, también se investiga el uso de enfoques psicológicos en la gestión del dolor crónico como alternativa al uso excesivo de opioides, incluido el fentanilo.

Nuria,B,G. Psicóloga.