La flexibilidad de la mente humana

 

Nos encontramos en Septiembre (acabando ya), uno de los meses del año en el que la adaptación y los cambios más se palpan, para muchos es un mes bastante crítico…. Unos proyectos acaban, otros comienzan (o intentamos que comiencen) se acaban las vacaciones, volvemos a la rutina y a los problemas que ello conlleva… en definitiva, nos toca reconectar con todo aquello que habíamos dejado de lado a lo largo del periodo estival.

Esta época del año siempre me ha hecho reflexionar mucho, sobre mi persona, mi vida, mi rumbo… me hace mirar hacia atrás, ver como he llegado hasta donde estoy y mirar hacia delante, y plantearme hacía dónde me quiero dirigir, y creo que hay un elemento crucial en todo este proceso que es una de las cosas más importantes de la naturaleza humana, nuestra capacidad de adaptación, de ahí el título de este artículo.

Da igual que lo que nos pase sea maravilloso u horrible, todos somos capaces de adaptarnos a cualquier cosa, de hecho algo muy común es vernos en una situación aversiva por la que hemos atravesado en nuestra vida y pensar “como superé aquello?” Pues aunque ahora no lo recuerdes fuiste totalmente capaz de superarlo y de soportar aquella situación, fuiste capaz de adaptarte.

La capacidad de adaptación ha sido, es, y será crucial en la supervivencia del ser humano en cualquier ámbito de nuestra vida, a nivel social, a nivel corporal y sobre todo y para mí el más importante a nivel MENTAL, nuestra mente es capaz de contemplar cualquier escenario como relativo, verle la parte negativa, pero también la positiva y puede ser la clave en que la persona salga de forma exitosa de una situación negativa, como por ejemplo cuando hablamos de enfermedades como el cáncer en las que se sabe que la forma en la que la persona afronta dicha enfermedad tiene un fuerte papel en el desarrollo y avance que esta pueda llegar a tener, por lo tanto este tema no es precisamente moco de pavo.

Todos tenemos más capacidad para hacer prácticamente cualquier cosa de la que nosotros mismos somos conscientes, eso es una realidad universal, la típica frase, el único límite que existe es aquel que tú te pones en este caso considero que es totalmente real.

 

Para ir terminando solo añadiré que pese a que con los años me he vuelto mucho más neutral yo soy una persona de tendencia positiva y me gusta dar a las cosas ese toque de esperanza e ilusión por lo que ahora, en este mes de septiembre, que está llegando a su fin pero que significa el comienzo de muchas cosas, os animo a que avancéis, a que crezcáis, que pongáis vuestra capacidad de adaptación a trabajar descubriendo nuevos horizontes, que hay que centrarse en los comienzos, y no en los finales, porque ya han acabado.

Gema Crespo Miota

Psicóloga a Domicilio

 

www.psicologiacrespo.com

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