Yo he decidido seguir adelante, ¿y tú?. Entrevista a Eva Martínez.

“Allí donde hay vida hay también, y de manera inevitable, sufrimiento; así como no hay en la tierra luz sin sombras, tampoco hay vida sin sufrimiento”
F. Torralba (1995)

Seguro que alguna vez has escuchado la expresión; “el duelo hay que pasarlo”, “es normal estar triste y llorar cuando pierdes a un ser querido”. Y es muy cierto, el duelo es un proceso que te da la oportunidad de elaborar tu pérdida a través de diferentes reacciones psicológicas, sociales y físicas. Además, es importante que seas consciente que atravesarás momentos duros y cambios bruscos en tu estado de ánimo, unos días te sentirás con más energía y otros sin embargo notarás como la tristeza te invade y quizá te impida desarrollar algunas actividades de tu vida cotidiana. Hasta ahora he descrito las características principales de un proceso de duelo normal, esperable y sobre todo necesario. Al final de este proceso serás capaz de buscar un nuevo lugar para la persona fallecida, emocionalmente hablando, y poder de este modo continuar viviendo.

Pero, qué ocurre cuando pasa el tiempo, no eres capaz de seguir con tu vida tras la marcha de tu ser querido y te invade el pensamiento; “no puedo vivir sin él/ella”, “mi vida ya no tiene sentido”, “¿qué va a ser de mí?”.

Desde el Centro de Psicología Sanitaria Valencia, queremos mostrarte testimonios y no ser los profesionales quiénes te digamos; “tú puedes salir de esto”, sino aquellas personas que han sufrido pérdidas significativas e inesperadas y han podido continuar con su vida.

Hace unas semanas una de las psicólogas de nuestro equipo tuvo el placer de entrevistar a Eva Martínez, Eva perdió a su padre en un accidente laboral cuando tenía 17 años y el año pasado falleció su madre un mes después de ser diagnosticada de un cáncer terminal. Ha tenido que enfrentar situaciones económicas complicadas, que le han llevado a renunciar a sus estudios en la academia de preparación para Policia Nacional y otras muchas cosas. A pesar de ello, Eva sonríe cada día y además es capaz de compartir esa alegría con las personas que la rodean.

La entrevista se llevó a cabo en las pistas de atletismo del Rio Turia de Valencia, uno de los lugares que más frecuenta Eva, junto a sus compañeros del Redolat Team para compartir duros entrenamientos, pero también muchas risas y experiencias. En el último año se ha dedicado al triatlón mostrando una gran constancia y perseverancia en la consecución de sus objetivos. Eva es un claro ejemplo de lucha diaria, quiere compartir su historia con vosotros y transmitiros su energía para que decidáis no tirar la la toalla ante las dificultades que puedas encontrar en tu vida.

redolat Entrenamiento miércoles en pistas del Rio Turia, Eva junto a algunas compañeras del equipo

Cuando fallece tu madre, recuerdas cuál fue tu reacción inicial.
Al principio no sabía como salir de eso. Recuerdo que me apoyé mucho en mí familia, sobre todo en mi abuela y decidí irme a vivir con ella una temporada.
El día que pasó todo, estábamos derrumbados, me abracé a mi abuela y le pedí que no me dejase sola, ella me dijo; “tranquila que te voy a cuidar” y yo le prometí que nos cuidaríamos mutuamente. Me quedé una larga temporada viviendo en su casa, pero con el paso del tiempo necesitaba volver a mi casa y recuperar mi independencia. Tuve que salir de casa de mi abuela muy poco a poco, no podía dejarla de golpe porque ella también había perdido a su hija. Ambas, continuamos muy unidas y voy a verla siempre que puedo. No sé si he hecho lo mismo que hice con mi madre cuando faltó mi padre, pero es como si tuviese la necesidad de protegerla, aunque yo muchas veces también necesito de esa protección, por eso hay momentos que soy súper, súper fuerte, pero otros no puedo más y me derrumbo. Bien es cierto que cuando esto pasa evito llamar a la gente, mi amiga Elena y otras personas que me aprecian me dicen que les llame, que tengo que desahogarme. Bueno, una es así.

Eva, ¿Cómo has conseguido enfrentar los momentos en los que te vienes abajo y continuar con tu vida?
Todo está en la cabeza, porque te derrumbas y empiezas a pensar; “¿por qué a mí?”, “¿por qué a mis padres con lo buenas personas que eran?”, “no hay derecho”. Pero, después de todo el berrinche te tienes que parar a pensar las cosas y hacerte la siguiente pregunta; ¿Ellos querrían verme así?, no, ellos querrían verme bien, que siguiera con mi vida y sea feliz. Está claro que hay que llorar la pérdida, pero tienes que ser fuerte y salir adelante, no te puedes encerrar en casa y darle más y más vueltas, porque perder a un familiar es ley de vida. Cuando se van de forma inesperada es muy duro, mi hermano y yo los hemos perdido a los dos de repente, mi padre en un accidente laboral cuando yo tenía 17 años y mi madre falleció en menos de un mes, tras recibir el diagnóstico de cáncer. Muy doloroso, pero, unos días se llevan mejor y otros peor.
Esta semana ha hecho un año que falleció mi madre y pensaba que iba a llevarlo muy mal, sin embargo la semana pasada sí que me derrumbé, pero bueno como he dicho antes ,pasa algunos días y es lo más normal. Hay gente que opina que con mi afición al deporte estoy camuflando el dolor por la pérdida y que ese sentimiento tiene que salir por alguna parte. Sin embargo, yo pienso que estoy poniendo de mi parte para pasar el peor año de mi vida lo mejor que puedo, porque si no hago todo esto, ¿qué hago? ,¿salir de trabajar e irme a mi casa a llorar?, ya lloro suficiente ,no hace falta llorar mucho, yo los llevo en el corazón a los dos.

Entiendo por tus palabras Eva, que has sentido dolor y te has derrumbado ante la pérdida de tus padres, pero no te ha impedido continuar hacia delante y seguir peleando por tus sueños. ¿Se podría decir que te has puesto un límite de sufrimiento?
Exacto, hay gente que piensa que si no lloras, parece que no sientes la pérdida, pues yo lo puedo sentir igual o más que las personas que están todo el día llorando, yo echo mucho de menos a mis padres. A veces me digo a mi misma, “jolín, parece que no me acuerdo” pero no es que no me acuerde, es que simplemente sigo con mi vida y estoy ocupada en unas cosas y otras. Mi madre y yo éramos uña y carne, venía con frecuencia a mi casa y a verme a todas las competiciones, le encantaba que hubiera retomado la afición por el atletismo, porque de pequeña lo practicaba aquí, en las pistas del rio.
Un pajarito nos ha contado que el año pasado debutaste en la modalidad de triatlón, en el Triatlón de la Mujer de Valencia y que tu madre estuvo allí animándote. Este año te propusiste un gran reto que le querías dedicar, ya que era tu mayor admiradora. Nos podrías hablar de cómo tomaste esta decisión.
Recuerdo perfectamente el día que tomé la decisión, fue en la comida de navidad del año pasado de mi empresa. Se me pasó por la cabeza, porque yo quería hacer algo grande por ella, para que estuviera orgullosa de mí. Al final un triatlón de distancia olímpica (1.500 m natación, 40 km bici y 10 km carrera) estando en forma lo puede hacer todo el mundo, pero un Medio Ironman (1.900 m natación, 90km bici y 21km carrera) no, hay que entrenar mucho y prepararse tanto física como mentalmente. Además quería que coincidiera con el primer año tras su marcha y pensé; “con dos cojones, que no vais a poder conmigo, me habéis quitado lo que más quiero en la vida, pero yo soy fuerte y lo voy a superar” Así, dejándome llevar por estos pensamientos, me armé de valor, consulté con mi entrenadora Maite Segrera, que ha sido un grandísimo apoyo para mí todo este tiempo y me apunté al Medio Ironman que se celebró el 3 de Octubre de 2015, el Massis de Antella y así debuté en esta distancia y se la pude dedicar a mi madre.

Desde que tomé esta decisión, me puse a entrenar duro y directamente empecé la temporada  compitiendo en distancia olímpica. Estoy muy contenta con mi grupo de entrenamiento, han sido y continúan siendo de gran apoyo, “son brutales”. Las salidas en bici, quedadas en la piscina, venir aquí a las pistas y las clases con nuestra entrenadora que nos mete mucha caña, pero luego se lo agradecemos.

Durante esta temporada las tres últimas competiciones han sido las más importantes; Triatlón de Valencia, Benicàssim y el Massis. Por ejemplo, al de Valencia no me iba a apuntar porque económicamente no me venía muy bien, pero al final decidí hacerlo ya que iba a pasar por el mismo sitio donde me vio mi madre el año pasado y sabía que estaría ahí conmigo. El siguiente fue el de Benicàssim, que justo coincidió el día de antes del cumpleaños de mi madre y me fue genial, me ayudó tanto que hasta subí al pódium. El último ha sido Antella, se me ponen los pelos de punta cuando pienso en esta prueba y creo que voy a repetirlo hasta que me retire, ese pueblo me transmite un bienestar increíble. Sabía que iba a estar muy apoyada y así fue, tuve una mezcla de sentimientos que no puedo explicar, ganas de llorar, de reír, estaba reventada pero tenía un subidón al ver a mis amigos, saber que los que no pudieron venir me estaban siguiendo y sobre todo cuando vi a mi hermano y sobrinos, fue súper duro, porque fue muy duro, pero terminé encantada y muy emocionada. Al llegar a meta me hicieron una entrevista en la que me preguntaron a quién se lo dedicaba y evidentemente tuve la oportunidad de decir públicamente que a mi madre.

                                                                                        eva Triatlón de Benicàssim. 13-09-2015.

Hemos podido comprobar que tienes una sonrisa que te caracteriza, ¿Cómo lo consigues?
Eso sale del corazón Ana, de ver a la gente que te quiere, eso hace que te salga sola.

Para terminar, podrías mandar un mensaje a aquellas personas que pueden estar pasando por una situación similar a la tuya. Desde tu experiencia, ¿qué les recomendarías?
Para mí el deporte es el mejor antidepresivo que existe, sobre todo el deporte compartido con los demás. No es lo mismo hacer carreras o irte en bici solo, porque la cabeza no para. La mejor opción es encontrar un grupo y conocer gente con la que compartas tu afición, buscar un hobby que te guste, sonreír sobre todo, ser muy amigo de tus amigos, porque la gente en estos casos te apoya.
A mí lo que más me ha ayudado es salir de casa y buscar actividades que pueda compartir con gente y no estar solo.

¿Cuáles serán tus próximos retos Eva?
Voy a hacer el Medio Ironman ARENALES 113 el 17 de abril de 2016 y repetiré seguro el Massis en Antella, como me dijo la triatleta que ganó este año, Miriam Muñoz, esa prueba te va a dar fuerza siempre y se me quedó grabado. Así que he decidido que la tengo que hacer y volvérsela a dedicar. De momento no me planteo Ironman porque creo que no tengo todavía fuerzas, igual luego sí. (risas)
Además, me gustaría ayudar a gente con problemas. Quiero colaborar en un equipo de niños con parálisis cerebral, de paratriatlón y sacarme el curso.
Espero que esta entrevista pueda ayudar a aquellas personas que hayan pasado por situaciones parecidas a la mía y transmitirles que siempre existe una salida, tienes que continuar y no encerrarte en tu dolor.

11703264_10206142074504077_594284824492288532_o Triatlón Castellón, Redolat Tri. 5-07-2015.

 

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